Día 57: Dejemos a Dios ser Dios
Escritura de hoy: Marcos 8:22-25
Pensamiento central: Dios, no nosotros, determina el método y el momento de Su intervención en nuestras vidas
En enero de 1971, Carl McCarver, de 19 años, debía someterse a una operación rutinaria de vesícula biliar. La operación reveló que el cáncer se había extendido por todo el cuerpo. En aquella época, el tratamiento del cáncer era bastante limitado, así que simplemente se cosió la incisión y Carl fue enviado a casa a morir. Cuando le visité unos días después, vi a un hombre joven cuya piel cetrina colgaba de su cuerpo demacrado. La muerte parecía inminente.
Pero un pastor pentecostal se enteró del estado de Carl y vino a rezar. Cuando el ministro le puso la mano encima, Carl creyó que Dios le había curado. Los síntomas del cáncer continuaron durante meses, pero Carl siguió confiando en Dios. Finalmente, en agosto de ese año, Carl recibió el alta médica. La curación sigue vigente más de 35 años después.
Ni Carl ni el hombre de la Escritura de hoy le dijeron a Jesús cómo tenía que curarle. Cada uno de ellos recibió la curación de la manera que Dios decidió dársela. Quizás cuando oramos para que Dios intervenga en nuestras vidas, también deberíamos aceptar Su intervención según el método y el momento que Él elija.
Oración devocional: Dios, ayúdame a creer en Tu poder milagroso para intervenir en mi vida, independientemente del método y el momento que Tú elijas.
Lectura bíblica de hoy: Levítico 19:1-20:21; Marcos 8:11-38; Salmo 42:1-11; Proverbios 10:17