Día 90: Agárrate y aguanta
Escritura de hoy: Lucas 8:40-48
Pensamiento central: Acercarse y tocar a Jesús es la clave para la sanación
¿Te has preguntado alguna vez cómo es posible que todos los demás parezcan tan felices y llenos de alegría cuando tu vida es tan miserable? Otros están entusiasmados por ser sanados, bendecidos y usados por Dios. Están llevando a la gente a Cristo, prosperando y creciendo en Dios. Tú sientes que te están dejando atrás y te preguntas por qué te lo estás perdiendo.
Jesús estaba con sus discípulos en una multitud tan grande que la gente casi lo aplasta. Una mujer que había estado enferma durante doce años se acercó por detrás y tocó el borde de su manto. Fue sanada inmediatamente. Cuando Jesús preguntó quién lo había tocado, Pedro dijo: «Maestro, la gente se agolpa y te aprieta» (versículo 45, NVI). En otras palabras: «¿Qué quieres decir con quién te tocó? ¡Estás en medio de una multitud!».
Jesús dijo: «Alguien me ha tocado; sé que ha salido poder de mí». La mujer, al ver que no podía pasar desapercibida, se acercó temblando y cayó a sus pies. Ante todo el pueblo, contó por qué lo había tocado y cómo había sido sanada al instante. Jesús dijo: «Hija, tu fe te ha sanado. Vete en paz» (versículos 46-47).
La mujer fue sanada por su fe. Fue sanada porque extendió la mano y tocó el borde de su manto con fe. La palabra «tocó» puede traducirse como «aferrarse a». Conlleva la idea de agarrarse con fuerza a algo. Implica aferrarse sin intención de soltar nunca.
Dios siempre nos encuentra en nuestro nivel de fe. No importa lo solo, deprimido, desanimado y abatido que te sientas, da un paso de fe y acércate a Jesús. A veces nos perdemos lo que Dios tiene para nosotros porque no nos acercamos. Jesús está buscando a aquellos que lo toquen. Acércate a Jesús. ¡Y no lo sueltes!
Oración devocional: Padre, hoy necesito Tu toque sanador. Estoy decidido a acercarme a Ti y no soltarme. Creo en lo que Tú puedes hacer en mi vida.
Lectura bíblica de hoy: Deuteronomio 13:1-15:23; Lucas 8:40-9:6; Salmos 71:1-24; Proverbios 12:5-7