Día 100: Dios te guarda las espaldas

Escritura de hoy: Salmo 78:66

Pensamiento central: No tenemos que preocuparnos por vengarnos de nuestros enemigos; el juicio es asunto de Dios.

¡Venganza! Parece que el odio y la hostilidad se encuentran en todas partes. Las noticias diarias traen muchas historias sobre personas que se vengan. Abundan las guerras de bandas y los conflictos étnicos. Muchas historias de venganza terminan con relatos de personas que mueren.

El versículo de hoy nos dice que «Él venció a sus enemigos» (NVI). Ayer leímos en Deuteronomio 32:35 que la venganza está reservada para Dios. Dios se ha reservado el derecho de juzgar a las personas. No nos dejó el trabajo a nosotros. Entonces, ¿cómo lo manejamos cuando las personas nos violan de alguna manera?

Cuando mi marido y yo éramos pastores de jóvenes, dos personas que vivían cerca de la iglesia presentaron demandas contra dos de los ministerios de la iglesia. Las demandas duraron varios años, y costaron a ambas partes mucho dinero, tiempo y energía emocional. Justo cuando parecía que se avecinaba una batalla legal de diez años, Dios respondió a la oración. Las partes demandantes llegaron a un acuerdo y la batalla legal terminó. Poco tiempo después, los dos hombres que presentaron la demanda contra la iglesia murieron en incidentes separados.

Recuerdo que pensé que era extraño que ambos hombres murieran tan inesperadamente hasta que recordé estos versículos. Dios vela por su Iglesia y su pueblo. Nada de lo que sucede en este mundo escapa a su atención. No debemos preocuparnos por los que se nos oponen. En cambio, debemos elevar las ofensas a Dios, no permitiendo que el odio y la ira envenenen y posean nuestras almas. Podemos confiar en que Dios juzgará correctamente cada incidente y situación y hará retroceder a nuestros enemigos.

Oración devocional: Señor, por favor, ayúdame a perdonar a los demás cuando me hagan daño en lugar de llevarme la ira. Gracias por protegerme en cada situación.

Lectura bíblica de hoy: Deuteronomio 33:1-29; Lucas 13:1-21; Salmo 78:65-72; Proverbios 12:25