Día 101: Pequeño acto de fe, gran liberación
Escritura de hoy: Josué 2:21
Pensamiento central: Solo se necesita un poco de fe en un Dios grande para experimentar la liberación.
Rahab vivía en Jericó, una ciudad que se interponía entre el pueblo de Israel y su herencia prometida. Rahab no era una ciudadana prominente; de hecho, era una de las más bajas, una prostituta. Dos de los espías de Josué se encontraron en el tejado de Rahab, escondidos bajo un poco de lino, porque el rey de Jericó los estaba buscando.
Rahab les dijo a los dos hombres que todo el mundo ya había oído hablar de cómo el Señor había secado el Mar Rojo para los israelitas y cómo habían destruido por completo a los amorreos. ¡Todo el mundo estaba asustado! Sabían lo que Dios podía hacer.
Rahab protegió a los hombres y les ayudó a escapar, con la esperanza de que la recordaran a ella y a su familia y los protegieran. Los espías le dijeron a Rahab que estaría a salvo siempre y cuando mostrara una cuerda escarlata desde su ventana. Tan pronto como ayudó a los espías a escapar, ató la cuerda escarlata en su ventana.
Aunque Rahab podía haber sido la persona más baja de la ciudad, creía en el Dios del que había oído hablar. Por fe, ató la cuerda en su ventana. Fue algo pequeño, pero Rahab y los que estaban con ella en su casa cuando Dios destruyó Jericó se libraron de la muerte porque ella actuó por fe.
¿Cuántas veces tienen que dar los creyentes pequeños pasos de fe? Cuando invitamos a Cristo a entrar en nuestras vidas, damos un pequeño paso de fe; pero Dios está ahí para salvarnos, ayudarnos, cambiarnos, velar por nosotros y estar con nosotros para siempre. A lo largo de nuestras vidas, Dios quiere que demos ese pequeño paso hacia Él; y Él dará un paso de gigante hacia nosotros.
Oración devocional: Señor, dijiste que si tuviéramos fe como una pequeña semilla de mostaza, podríamos mover montañas. Ayúdame a dar un pequeño paso de fe hacia Ti hoy.
Lectura bíblica de hoy: Deuteronomio 34:1– Josué 2:24; Lucas 13:22-14:6; Salmo 79:1-13; Proverbios 12:26