60 segundos – Cortesía
Autor: Dave Arnold«Soy una pequeña cosa con un gran significado. Ayudo a todo el mundo. Abro puertas, abro corazones, disipo prejuicios. Creo amistades y buena voluntad. Inspiro respeto y admiración. Todo el mundo me quiere. No aburro a nadie. No violo ninguna ley. No cuesto nada. Muchos me han alabado; ninguno me ha condenado. Soy agradable a los de bajo y alto grado. Soy útil en cada momento del día. SOY CORTESÍA».
En Hechos 27:3, leemos de Julio, un centurión de la banda de Augusto, que condujo a Pablo a Roma. Fue amable con el apóstol, y lo trató humanamente, con respeto. Lucas dice: «Julio trató amablemente a Pablo». «Amablemente» significa “cortésmente”. Lucas escribió, en Hechos 28:7, de la cortesía de Publio, el magistrado de la isla de Malta, donde Pablo y sus compañeros naufragaron. Afirma: «Publio nos hospedó cortésmente». Aquí «cortésmente» significa «con amable consideración». Se ha dicho: «Ninguna persona es demasiado grande para ser amable y cortés, pero muchas personas son demasiado pequeñas».
Es interesante notar que las primeras cinco letras de la palabra courteous deletrean court. Max Lucado dijo, «En la vieja Inglaterra, ser cortés era actuar a la manera de la corte. Se esperaba que la familia y los sirvientes del rey siguieran un estándar más alto. «Pedro amonesta en 1 Pedro 3:8, que, como creyentes, debemos «ser corteses», lo que significa «ser de mente humilde y amistosa».
George D. Powers nos recuerda: «El conocimiento, la habilidad y la experiencia son de poca utilidad para alcanzar un gran éxito, si falta la cortesía. La cortesía es el único pasaporte que será aceptado sin discusión en todas las tierras, en todas las oficinas, en todos los hogares, en todos los corazones del mundo. Porque nada se recomienda tan bien como la amabilidad y la cortesía».
Una vez llamaron a un consultor para que ayudara a rescatar un negocio en quiebra. Tras hacer una encuesta, recomendó: «Le sugiero que empiece a hacer publicidad, y que utilice tres medios: la radio, el correo directo y la cortesía. Los dos primeros costarán dinero. El tercero es gratis, pero es el más importante de todos».
«La vida no es tan corta, pero siempre hay tiempo suficiente para la cortesía» (Emerson).