60 segundos – Imperturbable e Inamovible

Un contable de una gran empresa neoyorquina presentó el informe financiero anual al propietario. El contable sabía desde hacía tiempo cuál era su aspecto.

«Un mal año, señor», dijo el joven con la mayor amabilidad posible, “pero el negocio debería mejorar pronto”. En silencio, el propietario ojeó el informe, viendo grandes pérdidas y pequeñas ganancias. A todas luces, la quiebra era una posibilidad. Finalmente, habló en voz baja y firme: «Ha sido un buen año, John, a pesar de todo. Creo que ha sido el mejor año que he tenido nunca. Cada una de esas cifras ‘en rojo’ representa horas de agonía y oración. Esas experiencias me han hecho rico en esperanza, tan rico que no puedo desesperarme por ninguna otra pérdida. El futuro me parece brillante, porque Dios ha dicho que ‘ningún bien negará a los que caminan rectamente’».

David dijo: «Al Señor he puesto siempre delante de mí; porque está a mi diestra no seré conmovido» (Salmo 16:8). La palabra «conmovido» significa «agitado, sacudido, perturbado». Su testimonio fue, «Dios está conmigo, por lo tanto, los problemas, males, etc., no me harán ser sacudido ni perturbado». J. Hudson Taylor declaró: «Cada obrero para Cristo, en su esfera particular, se encuentra con muchos valles y montañas, lugares torcidos y ásperos, con los que sólo Dios puede lidiar. Que se regocije no sólo de que el poder de Dios está a la altura de la ocasión, sino también de que hay dificultades de tal naturaleza que hacen que la puesta en práctica de ese poder sea algo visible y notable.»

En el Salmo 46, se nos asegura: «Dios es nuestro refugio y fortaleza, un auxilio siempre presente en el tiempo de angustia» (versículo 1). «Siempre presente» significa “siempre aquí, siempre disponible, con acceso ilimitado”. En una carta de Jeroninus Segerson (1551), escrita en la prisión de Amberes a su esposa, que también estaba encarcelada allí, escribió:

«En solitaria celda, custodiado y fuerte yazgo,

Atado por el amor de Cristo, Su verdad para testificar,

Aunque los muros sean gruesos, la puerta no se abre,

Dios es mi fuerza, mi consuelo y mi descanso».

«El árbol en la montaña toma lo que el clima trae. Si tiene alguna opción, es echar raíces lo más profundamente posible» (Corrie Ten Boom).