Día 155: Cielos aptos para volar
Escritura de hoy: Hechos 1:6-8

Pensamiento central: Los tiempos y las estaciones son asunto de Dios; nuestra responsabilidad es la obediencia.
Vivo muy cerca del aeropuerto DFW, el principal aeropuerto de la zona de Dallas/Fort Worth y el tercero más transitado del país. Cuenta con tres torres de la Administración Federal de Aviación y gestiona más de 50 000 vuelos al mes. Nuestro cielo siempre está lleno de aviones.
¿Qué pasaría si el impaciente piloto de uno de esos vuelos llamara a su torre de control y se quejara: «¿Por qué tengo que esperar aquí arriba mientras a ese otro avión se le permite aterrizar? No es justo. ¡Y esa pista que me asignasteis! ¡Odio aterrizar en esa pista! ¿Por qué no puedo aterrizar en la pista más cercana a mi terminal? ¡No estoy seguro de que sepáis lo que estáis haciendo! Haré lo que creo que es mejor».
¿Y si todos los pilotos hicieran lo mismo? ¿Te imaginas el caos y el desastre que se produciría?
Esto no sucede, por supuesto, porque un piloto sabe que su avión es solo una pieza de un sistema masivo. Sabe que las personas en la torre toman decisiones sobre quién aterriza porque tienen acceso a toda la información. El piloto somete sus propios deseos al bienestar mayor del sistema. Al hacerlo, sus propios objetivos se alcanzan de la manera más eficiente posible.
En Hechos, Jesús les dice a sus discípulos que el tiempo y las estaciones no son de su incumbencia. Su responsabilidad es recibir poder de lo alto e ir por todo el mundo. Esa instrucción sigue siendo válida hoy en día.
Oración devocional: Padre, te sometemos las estaciones de nuestras vidas y te pedimos que nos des poder para caminar en obediencia simple y completa a tu palabra.
Lectura bíblica de hoy: 2 Samuel 20:14-22:20; Hechos 1:1-26; Salmo 121:1-8; Proverbios 16:18
