Día 159: Inamovible
Escritura de hoy: Salmo 125:1

Pensamiento central: Cuando vivimos nuestras vidas confiando en el Señor, ni los mayores desafíos pueden destruirnos.
Una profusión de flores rodeaba el pequeño ataúd. El santuario estaba lleno de dolientes. Una dulce música llenaba el aire, y la pantalla cobró vida ante nosotros cuando apareció una procesión de imágenes: fiestas de cumpleaños, mañanas de Navidad, jugando con mamá y papá, modelando su vestido de princesa favorito, una sonrisa brillante y unos ojos azules penetrantes.
Tenía cinco años. De camino al campamento de la iglesia la semana anterior, el coche en el que viajaba fue golpeado por otro vehículo. Ella salió despedida del coche y murió al instante. Sus padres, pastores de una iglesia de un pueblo pequeño, estaban sentados en la primera fila con sus dos hijos mayores. El menor, que también había sufrido el accidente de coche, seguía en el hospital.
Las imágenes terminaron. Una solista, luchando por mantener la compostura, dio un paso adelante y comenzó a cantar un coro de adoración. Se unieron voces llorosas. De repente, los padres, con los ojos enrojecidos y llorosos, se pusieron de pie y levantaron las manos en adoración abierta al Señor.
He observado a esta familia mientras atravesaban este valle tan oscuro, y me he maravillado de su inquebrantable determinación de permanecer fieles a su Señor, eligiendo confiar en Su carácter y guiar a otros hacia Él.
¿Cómo? «Los que confían en el Señor son como el monte Sión, que no puede ser movido» (Salmo 125:1). Este joven pastor y su esposa han confiado en el Señor durante mucho tiempo. Han construido sus vidas en torno a la Palabra de Dios y han enseñado a sus hijos y a la iglesia a hacer lo mismo. Y ahora, cuando más lo necesitan, Dios está ahí: llorando con ellos, fortaleciéndolos, sosteniéndolos.
Oración devocional: Señor nuestro, ponemos nuestra confianza en Ti. Porque ya sabes a lo que nos enfrentaremos hoy, y ya estás obrando en y a través de nuestras circunstancias para lograr nuestro bien. Gracias porque nos rodeas como las colinas rodean Jerusalén. Glorifícate en nosotros este día.
Lectura bíblica de hoy: 1 Reyes 2:1-3:3; Hechos 5:1-42; Salmo 125:1-5; Proverbios 16:25
