Día 167: Habitar en paz
Escritura de hoy: Salmo 133:1-3
Pensamiento central: Dios quiere que su pueblo viva en unidad unos con otros.
¿Alguna vez se ha rascado el cabeza confundido ante la frase «guerras religiosas»? A primera vista, parecería que una persona religiosa debería ser alguien que se lleva bien con los demás, no alguien que va a la guerra por cuestiones religiosas. Sin embargo, es muy fácil enumerar varias guerras religiosas en todo el planeta en las que participan personas que practican diversas religiones, incluido el cristianismo.
Al considerar el pasaje de hoy, vemos que Dios quiere que sus seguidores vivan en paz unos con otros. Este pasaje compara la unidad entre los creyentes con el aceite precioso, posiblemente el aceite de la unción que se usaba en el sumo sacerdote Aarón, y con el rocío que aparecía en el monte Hermón, la montaña más alta de la zona. Los lectores de David se darían cuenta inmediatamente de que estas comparaciones muestran el valor de esta unidad.
Debemos practicar la unidad con nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Para tener éxito en este mandato, debemos aprender a escuchar a los demás y a saber qué es importante para ellos. Entonces podremos concentrarnos en las cosas que realmente importan y no quedarnos atascados en controversias sobre cuestiones insignificantes por las que los cristianos a menudo discuten.
Oración devocional: Ayúdame a centrarme menos en las diferencias con los demás y más en el vínculo común en Cristo.
Lectura bíblica de hoy: 1 Reyes 14:1-15:24; Hechos 10:1-23a; Salmo 133:1-3; Proverbios 17:7-8