Día 240: Justo ante Dios
Escritura de hoy: Proverbios 22:5

Pensamiento central: Dios es un Dios maravilloso que es justo y equitativo en su trato con el hombre.
Aunque la salvación es un don de Dios que no podemos ganar a través de las obras, somos responsables de proteger nuestra alma y mantenernos alejados de las trampas que pueden obstaculizar nuestra relación con Dios. Debemos mantener nuestros corazones y nuestras vidas abiertos a Dios y flexibles en sus manos.
El Salmo 37:4 nos instruye a deleitarnos en Dios, a ser flexibles en Sus manos para que Él pueda hacernos y moldearnos en lo que Él desea. Antes de que podamos deleitarnos en Dios, debemos llegar a conocerlo a través de Su Palabra y la oración. Es a través de Su Palabra y la guía de Su Espíritu que conocemos los caminos correctos a tomar y la forma correcta de comportarnos. Así también evitamos las trampas del enemigo y las trampas de nuestra propia carne.
Al deleitarnos en Él, estamos protegidos del justo juicio de Dios. Su voluntad y nuestros deseos se convertirán en uno y lo mismo.
Oración devocional: Señor, ayúdame a mantener mi corazón abierto a Ti en todo momento, para que pueda vivir mi vida de acuerdo con Tu voluntad.
Lectura bíblica de hoy: Job 23:1-27:23; 2 Corintios 1:12-2:11; Salmo 41:1-13; Proverbios 22:5-6
