Día 275: Repetición

Escritura de hoy: Filipenses 3:1

Pensamiento central: Recordarnos las verdades básicas del Evangelio es provechoso y puede proteger nuestros corazones.

Se ha dicho que la repetición es la clave del aprendizaje. Aunque a menudo pensamos que la repetición es aburrida, hay ocasiones en las que puede ser útil. ¿Alguna vez has olvidado una contraseña o el PIN de una cuenta que no habías usado durante un tiempo?

En su carta a los creyentes de Filipos, Pablo afirmó que «escribiros las mismas cosas no me supone ninguna molestia y es seguro para vosotros» (Filipenses 3:1). Luego continuó recordando a estos creyentes la necesidad de hacer del conocimiento de Cristo lo más importante en sus vidas.

A veces, cuando las personas han sido cristianas durante mucho tiempo, olvidan la importancia de las verdades básicas del Evangelio. En un deseo de aprender la última y más grande enseñanza promovida por la lista de los más vendidos cristianos o la programación de televisión, podemos desviarnos de nuestra búsqueda de Dios y la piedad.

Necesitamos recordarnos de vez en cuando verdades básicas como las que transmiten las canciones que aprendimos hace años: «Jesús me ama, esto lo sé, porque la Biblia me lo dice». «Lee la Biblia, ora todos los días y crecerás, crecerás, crecerás». «¡Sublime gracia! ¡Qué dulce es el sonido que salvó a un miserable como yo!». «¿Qué puede lavar mis pecados? Nada más que la sangre de Jesús».

Así que, mientras buscas algunas de esas viejas contraseñas y PIN que te has olvidado, tómate un momento para agradecer a Dios que te ama, te salva y quiere ser parte de tu vida todos los días.

Oración devocional: Señor, gracias por el Evangelio que ha cambiado mi vida y me ha llevado a una relación vital y amorosa contigo.

Lectura bíblica de hoy: Isaías 62:6-65:25; Filipenses 2:19-3:4a; Salmo 73:1-28; Proverbios 24:13-14