60 segundos – Cansado
Autor: Dave ArnoldEstas palabras aparecieron en una pegatina para el parachoques: «Algunos días todo lo que quiero ser es una persona desaparecida». Neil Eskelin escribió: «¿Cuál es la mayor desventaja, un hueso roto o un espíritu roto? Una pérdida de salud no es nada cuando se compara con una pérdida de corazón».

En Daniel 7:25, leemos que, en los últimos días, Satanás se esforzaría por «desgastar a los santos del Altísimo». La palabra hebrea para «desgastar» es «cansar mentalmente, hacer que la mente se canse». H. Jack Morris, D. Min., un terapeuta matrimonial y familiar, escribió en su artículo, «Fortaleza para el cansado y fatigado,» «La vida es demasiado grande para manejarla solo. Vivir no puede ser una operación de una sola persona, sin embargo, muchas personas tratan de hacer frente a sus cargas y gestionar sus responsabilidades sin ayuda de nadie. El resultado suele ser un cansancio físico que no desaparece ni durmiendo ni relajándose. La vida se diseñó para vivirla con la ayuda de Dios».
El cansancio ha sido un reto durante generaciones. Rebeca, cuando tuvo problemas con su hijo Esaú, declaró: «Estoy cansada», Génesis 27:46. Job, después de sus trágicas pérdidas, dijo: «Mi alma está cansada de mi vida», Job 10:1. David, debido al estrés constante, escribió: «Mi alma está cansada», Salmo 6:6. Y Pablo nos amonestó a todos, que es posible «cansarse haciendo el bien», Gálatas 6:9. Un santo de antaño confesó: «Puede que no me canse DE Su obra, pero sí me canso EN Su obra».
Francois de la Moth Fenelon dijo: «Si a veces nos sentimos descorazonados y desanimados, un simple movimiento del corazón hacia Dios renovará nuestras fuerzas. Sea lo que sea lo que Él exija de nosotros, Él nos dará en el momento la fuerza y el valor que necesitamos.» Isaías habló a los que se cansan en Isaías 40:29 – 31. Afirmó: «Él (Dios) aumenta la fuerza», y luego dio tres ejemplos. Primero, fuerza para remontar el vuelo: «Levantarán alas como las águilas». Aquí está la posibilidad de poner el Cielo a nuestro alcance, de poner nuestros afectos en las cosas de arriba y vivir en comunión celestial. Segundo, fuerza para correr: «Correrán y no se cansarán». Esto habla de la fuerza para las emergencias, y de la ayuda que necesitamos en las dificultades graves. Tercero, fuerza para caminar, «Caminarán y no se fatigarán». Esta es la fuerza que necesitamos para el trabajo diario y la rutina de la vida.
En algunas partes de la India, hay a lo largo del camino, lugares de descanso para aquellos que llevan pesadas cargas sobre sus cabezas. Se llaman «sumatangas». Tienen una repisa donde el viajero puede dejar su carga. Debajo hay un asiento a la sombra donde puede descansar. Refiriéndose a una de ellas, una nativa cristiana dijo: «¡Cristo es mi Sumatanga!».
«Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados… y hallaréis descanso para vuestras almas», Mateo 11:28 y 29.
