60 segundos – Cómo afrontar la decepción.

Philip Brooks escribió: «La vida está llena de finales, pero cada final es un nuevo comienzo, y continuamente estamos llegando al punto en que cerramos un capítulo, pero siempre podemos dar la vuelta y abrir un capítulo nuevo y mejor y más divino.»

En 1 Crónicas 17, leemos sobre el noble y honorable deseo del rey David de construir un templo para el Señor. Sin embargo, Dios habló al profeta Natán, diciendo: «Ve y dile a mi siervo David: Así dice el Señor: “No me construirás casa para habitar” » (versículo 4). Se le dice que otra persona realizaría esta tarea, su hijo Salomón, y luego se le hace una promesa especial (versículos 11 a 14). Decepcionado, pero no amargado, David se sometió a los designios de Dios (versículos 15 a 27), y se dedicó a los preparativos necesarios para que su hijo pudiera construir el templo para Jehová (1 Crónicas 22, 28 y 29).

Alan Redpath escribió: «Creo que a veces Él tiene más que enseñarnos de sus negaciones que de sus permisos».

«Decepción – Su nombramiento, Cambiar una letra, entonces veo

Que la frustración de mi propósito, Es la mejor elección de Dios para mí.

Su designación debe ser una bendición, Aunque venga disfrazada,

Porque el fin desde el principio se abre a Su sabiduría.

Decepción – Su designación, Ninguna cosa buena Él retendrá:

De las negaciones a menudo recogemos Tesoros de Su amor indecibles.

Bien sabe Él que cada propósito quebrantado Conduce a una confianza más plena y profunda,

Y el fin de todos Sus tratos Prueba que nuestro Dios es sabio y justo.

Decepción – Su cita, Señor, la tomo, entonces, como tal,

Como la arcilla en manos del alfarero, Cediendo enteramente a Tu toque.

Todo el plan de mi vida es Tu moldeado, Ni una sola elección es mía;

Permíteme responder, sin vacilar: «Padre, no es mi voluntad, sino la tuya».