60 segundos – El Misericordioso

Autor: Dave Arnold

Hubert Humphrey fue vicepresidente de los Estados Unidos. Cuando murió, cientos de personas de todo el mundo asistieron a su funeral. Todos fueron bienvenidos menos uno: el expresidente Richard Nixon, que poco antes se había humillado a sí mismo y a su país con la tragedia del Watergate.

Mientras las miradas se apartaban y las conversaciones se secaban a su alrededor, Nixon podía sentir el ostracismo que se cernía sobre él. Entonces Jimmy Carter, el presidente en ejercicio, entró en la sala. Cuando se dirigía a su asiento, vio que Richard Nixon estaba solo. Carter cambió de rumbo, se acercó a Nixon, le tendió la mano y, sonriendo ampliamente, abrazó a Nixon y le dijo: «¡Bienvenido a casa, Sr. presidente! Bienvenido a casa!» El incidente fue recogido por la revista Newsweek, que escribió: «Si hubo un punto de inflexión en el largo calvario de Nixon en el desierto, fue ese momento y ese gesto de amor y compasión.»

En Mateo 5:7, Jesús enseñó: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia». Wayne Barber afirmó: «La palabra “bienaventurados” es makarios. Significa ‘plenamente, interiormente satisfecho’, no sólo ‘feliz’, como algunos traducen. Mateo está diciendo que los que están plenamente satisfechos interiormente con Cristo son los que muestran misericordia a los demás. La implicación es que ellos mismos viven diariamente en las misericordias que Dios les concede. Literalmente, el versículo debería decir: ‘Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia’».

El diccionario incluye como definiciones de misericordia «La misericordia de Dios para con el hombre; una bendición considerada como un acto de favor o compasión divina; compasión o indulgencia; bondad extendida a alguien en lugar de rigor o severidad». En 1912, el nuevo gran buque Titanic, en su viaje inaugural, chocó con un iceberg y se hundió, con la pérdida de cientos de vidas. Tras la tragedia, un periódico estadounidense publicó dos ilustraciones. Una era un dibujo del barco chocando con el iceberg y arrugándose como una cáscara de huevo. Debajo de la imagen estaban estas palabras: «La debilidad del hombre, la supremacía de la naturaleza». El otro dibujo era el de uno de los pasajeros, W. T. Stead, retrocediendo para ceder su sitio en el último bote salvavidas a una mujer con un niño. Debajo de ese dibujo estaba esta línea: «La debilidad de la naturaleza, la supremacía del hombre».

«La misericordia hacia el necesitado es un préstamo a Dios, y Dios devuelve esos préstamos en su totalidad» (Proverbios 19:17, The Message).

Tómese sólo 60 segundos y tendrá en qué pensar todo el día. Estimulantes artículos escritos por Dave Arnold.

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