60 segundos – En tiempos como estos

Un niño pequeño fue preguntado por su profesor de geografía sobre la forma del mundo. Él respondió: «Mi papá dice que tiene una forma horrible». En 2 Timoteo 3:1, Pablo dijo: «Pero debes saber que en los últimos días vendrán tiempos peligrosos». «Peligrosos» significa “tiempos difíciles, dolorosos, duros, tiempos de tensión”.

La Biblia nos da pautas en tiempos como estos. He aquí algunas:

RECUERDA QUE DIOS ESTÁ CON NOSOTROS Dios ha declarado en Isaías 41:10, «No temas, porque yo estoy contigo». Un locutor de televisión estaba entrevistando a una niña de seis años y le preguntó: «¿Sabes dónde está Dios?». La respuesta omnisciente de la pequeña no se hizo esperar: «¿Sabes dónde no está?». Salmo 94:14, «El Señor no abandonará a su pueblo».

HAZ DE LA ORACIÓN Y DE LA PALABRA DE DIOS UNA ACTIVIDAD REGULAR. En Lucas 18:1, aprendemos que si no oramos, «perderemos el ánimo». Hebreos 4:12 dice que la Palabra de Dios es «poderosa». «Poderosa» significa “energizante”. D. L. Moody testificó: «Sé que la Biblia es inspirada porque me inspira».

VALORAR A LOS AMIGOS. Al menos 26 veces en el Nuevo Testamento encontramos la expresión «unos a otros». Un periódico londinense ofreció un importante premio en metálico a quien diera la mejor respuesta a la pregunta: «¿Cuál es el camino más corto a Londres?». La respuesta que ganó el premio fue: «El camino más corto a Londres es “buena compañía”».

DECIDA MANTENER UNA ACTITUD POSITIVA. Los estudios sugieren que sólo un 25% de la tendencia al optimismo se lleva en los genes, el resto lo desarrolla el individuo. Pablo exhortó: «Todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable y de buen nombre… medítalo», Filipenses 4:8.

VIVIR UN DÍA A LA VEZ. Tres veces en Mateo 6:24 – 34, Cristo, al dirigirse a nuestras necesidades materiales, afirmó: «Por tanto, no os afanéis». Luego, prometió que si buscamos primero Su reino, «todas estas cosas os serán añadidas», así que, «no os preocupéis por el mañana».

TEN FE EN DIOS. Los judíos usaron la frase «YO SOY», «Yahvé», como su manera de identificar a Dios a través de las Escrituras. «Yahvé» aparece más de seis mil veces en el Antiguo Testamento. Es la expresión de Aquel que vive eternamente, de eternidad en eternidad, sin principio ni fin. El único que no cambia. Recuerda: «Podemos enfrentarnos a situaciones que superen nuestras reservas, ¡pero nunca a los recursos de Dios!».