60 segundos – Hay una generación

En su artículo «La segunda religión más antigua del mundo», R. J. Rushdoony escribió: «La sociedad cristiana tradicional tal como la hemos conocido está en su lecho de muerte. Nuestra sociedad no sólo es secular en estilo de vida y visión del mundo, sino también en pensamiento y filosofía. A medida que la sociedad, y por ende la Iglesia, se va despojando de las vestiduras de una larga tradición, se abren ahora dos alternativas. Una es abrazar y vivir bajo alguna forma de humanismo; la otra es someterse a los mandatos del Reino de Dios».

En Proverbios 30:11 – 14, se describe una generación. Se trata de una clase o tipo de personas que degeneran hacia la impiedad. Se dan cuatro descripciones:

1. Una generación que maldice sus fundamentos y rechaza la autoridad bíblica. «Hay una generación que maldice a su padre, y no bendice a su madre,» versículo 11. «Maldice» significa “despreciar, poner en menosprecio”. «Padre» significa “el fundamento que protege”, y “madre” habla del “vínculo de la familia”. Es una generación que rechaza los valores judeocristianos básicos que han sido el fundamento de la estabilidad y la protección. William Penn advirtió: «Si no somos gobernados por Dios, seremos gobernados por tiranos».
2. Una generación que es religiosa, pero que no ha nacido de nuevo. «Hay una generación que es pura en sus propios ojos, pero no está lavada de su inmundicia», versículo 12. Ser «puro en sus propios ojos» es desarrollar la propia idea personal de la salvación y creer que es verdad, incluso cuando contradice la Biblia. Sin embargo, el versículo continúa con «aún no está lavada de su inmundicia». «Lavado» significa “limpiado”, y “suciedad” en hebreo significa “evacuar los intestinos o excretar”. Esta es una generación de personas que se han convencido a sí mismas de que están limpias, pero sus corazones están tan sucios como lo que pertenece a la cloaca. «cristianos», pero no nacidos de nuevo.
3. Una generación que se convierte en un dios para sí misma. «Hay una generación – ¡oh, cuán sublimes son sus ojos! Y sus párpados son alzados,» versículo 13. «Ojos altivos» y “ojos levantados” se definen como el hombre exaltándose a sí mismo y convirtiéndose en su propia norma de valores, o falta de ella. Amos D. Millard escribió: «El humanismo es un sistema de pensamiento y acción que sostiene que el hombre es capaz de realizarse a sí mismo, de alcanzar la paz en la tierra y de tener una conducta ética correcta sin recurrir a Dios. Es, por tanto, una religión que deifica al hombre y destrona a Dios.»
4. Una generación impulsada por un espíritu de violencia y que devalúa la vida humana. «Hay una generación cuyos dientes son como espadas y cuyos colmillos como cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra y a los necesitados de entre los hombres», versículo 14. Juan Pablo 11 dijo: «El aborto, el asesinato deliberado de un ser humano antes de nacer, nunca es moralmente aceptable y siempre debe ser combatido.» Durante su reinado, Manasés sacrificó a sus propios hijos a los ídolos y mató despiadadamente a la gente, lo que ilustra que lo que creemos en nuestro interior tiene un profundo efecto en nuestro comportamiento. El aborto, la matanza despiadada y despiadada de los no nacidos, no es sólo otro tema, sino que es EL TEMA, ¡porque la forma en que valoramos una vida individual determina nuestra visión de toda la vida!

Hechos 2:40, «Sálvate de la generación perversa (torcida)».