60 segundos – La Bendita Esperanza
Autor: Dave ArnoldJohn Wesley White escribió: «La enseñanza de la segunda venida de nuestro Señor se trata unas 1.845 veces en la Biblia, 318 de ellas en el Nuevo Testamento. El regreso del Señor es el tema dominante de 17 libros del Antiguo Testamento y de una epístola del Nuevo. De hecho, 7 de cada 10 capítulos del Nuevo Testamento hacen referencia a la segunda venida. Pasajes enteros de la última mitad de la Biblia se dedican exclusivamente a hablar de ella».

En Tito 2:13, Pablo nos exhortó a estar «aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.» El Dr. G. Campbell Morgan testificó: «Nunca recuesto mi cabeza en la almohada por la noche sin pensar que antes de que amanezca puede haber amanecido la mañana final.»
En Juan 14:3, Cristo prometió: «Vendré otra vez». Aunque en esta expresión se utiliza el tiempo presente, su significado es un futuro enfático. A. T. Robertson lo describe así: «Futurista presente medio, promesa definitiva de la segunda venida de Cristo». Al igual que en español, en griego a veces se usa un tiempo presente de un cierto acontecimiento futuro representado como si ya estuviera sucediendo (es decir, se usa el presente para una acción futura enfática). En la coronación de la reina Isabel II, se produjo un momento profundo. Cuando el arzobispo de Canterbury, Dr. Geoffrey Fisher, extendió a su Majestad la corona, dijo: «Te doy, oh, Soberana Señora, esta corona para que la lleves hasta que regrese Aquel que se reserva el derecho de llevarla».
Fue Billy Graham quien afirmó que, en preparación para la Segunda Venida, los cristianos debían hacer cuatro cosas: esperar con paciencia, vigilar con anticipación, trabajar con celo para resolver los grandes problemas sociales del mundo y prepararse con urgencia. En una pequeña tienda rural de un estado del sur, una anciana vino a hacer la compra. Dos o tres hombres jóvenes estaban de pie alrededor pasando la hora, y sabiendo que ella era cristiana, comenzaron a burlarse de ella. «Hemos oído que esperas la vuelta de Jesús», le dijeron. «Claro que sí», respondió ella alegremente. «¿De verdad crees que vendrá?», le preguntaron. «Tan segura como que has nacido», respondió ella. Ellos le dijeron: «Será mejor que te des prisa en volver a casa y te prepares, puede que Él esté de camino». Ella se volvió, mirándolos fijamente, y replicó: «¡No tengo que prepararme, me mantengo preparada!».
«Los primeros creyentes no estaban esperando que algo sucediera, estaban esperando que Alguien viniera» (Vance Havner)
