60 segundos – Los siete escalones de la tentación

Autor: Dave Arnold

Dante Alighieri, el poeta italiano florentino que vivió entre 1264 y 1321, tiene una imagen alegórica de la vida como un viaje en el que un hombre sube por un sinuoso camino de montaña. Comienza su viaje siendo un joven. Después de subir un rato, un lobo feroz salta de entre los arbustos e intenta despedazarlo. Según Dante, era el lobo de la lujuria, de la pasión física, y representaba la mayor tentación de un joven.

A medida que el hombre ascendía, alcanzando la «mediana edad», un enorme tigre se abalanzó sobre él. Era el tigre del orgullo, que representaba la gran tentación de la edad madura, que es el orgullo de la posición, la reputación y la posición social.

Por último, cuando se acercaba a la cima, en el momento de la «vejez», un gran león de melena peluda se abalanzó sobre él. La gran tentación de la vejez, el dinero y la seguridad financiera, es el león.

Al clasificar estas tres grandes tentaciones, lo que quiere decir Dante es que no hay ningún nivel de la vida en el que estés libre de tentaciones.

Se ha observado correctamente: «No eres tentado porque seas malo; eres tentado porque eres humano». La tentación nos llega a todos, pero podemos resistir si conocemos el proceso.

Los siete pasos son

  1. La ENTRADA del pensamiento. Esto no es un pecado. Todo el mundo tiene pensamientos. Satanás trabaja desde afuera hacia adentro. En 2 Corintios 10:3 – 5, Pablo hablo de como los pensamientos en nuestra mente deben ser tratados.
  2. El ENTRETENIMIENTO del pensamiento. Este es el primer error. Un buen consejo es: «¡Mata a la serpiente, no la acaricies!».
  3. El EXAMEN del pensamiento. Aquí es cuando repasamos los detalles. Consideramos y pensamos cómo lo haríamos. Thomas Secker advirtió: «Orar contra la tentación y, sin embargo, precipitarse en las ocasiones, es meter los dedos en el fuego y luego orar para que no se quemen.»
  4. El DISFRUTE del pensamiento. Este es el vínculo con el pensamiento. Un adagio de hace décadas lo dice bien: «El que se para o camina por lugares resbaladizos siempre está expuesto a una caída.»
  5. La EXPERIENCIA del pensamiento. J. William Chapman dijo una vez: «La tentación es el tentador mirando por el ojo de la cerradura de la habitación en la que vives; el pecado es que apartes el cerrojo y le hagas posible la entrada.»
  6. La EXCUSA del pecado. Esto es pasar la culpa, sin asumir la responsabilidad de nuestras elecciones. Un santo dijo hace años: «Si Satanás se acerca a mi puerta, no puedo evitarlo; si levanta el pestillo y entra, no puedo evitarlo. Pero si le ofrezco una silla, y comienzo con él un coloquio, me pongo totalmente en falta.»
  7. El hecho de estar ENVUELTO en ella. Como en un sobre cerrado, nos dejamos esclavizar.

Advertencia: «¡El diablo no tiene conciencia, y la carne no tiene sentido!».

Tómese sólo 60 segundos y tendrá en qué pensar todo el día. Estimulantes artículos escritos por Dave Arnold.

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