60 segundos – Nunca dudes en la oscuridad de lo que Dios te dijo en la luz

Charles Spurgeon declaró: «Prefiero caminar en la oscuridad y aferrarme con fuerza a una promesa de Dios, que confiar en la luz del día más brillante que jamás haya amanecido».

El profeta Isaías escribió: «¿Quién de vosotros teme al Señor? ¿Quién obedece la voz de su siervo? ¿Quién camina en tinieblas y no tiene luz? Que confíe en el nombre del Señor y se apoye en su Dios», Isaías 50:10. La palabra «confiar» aquí significa, «poner la esperanza en», «acudir en busca de refugio», «tener confianza en». Recuerde: «Es mejor caminar en la oscuridad con Dios, que andar solo en la luz».

F. B. Meyer afirmó: «El pastor oriental siempre iba delante de sus ovejas. Iba delante. Cualquier atentado contra ellas tenía que tenerle en cuenta. Ahora Dios está delante. Está en el mañana. Es el mañana lo que llena de temor a los hombres. Pero Dios ya está allí, y todos los mañanas de nuestra vida tienen que pasar ante Él antes de que puedan alcanzarnos». Una maestra de escuela dominical decidió que su joven clase memorizara el Salmo 23. Les dio un mes para hacerlo. Les dio un mes para hacerlo. Un niño estaba particularmente entusiasmado con el reto, pero no podía recordar el Salmo. Después de mucho esfuerzo, apenas pudo pasar del primer versículo. El día en que los jóvenes debían recitar el Salmo ante la congregación, el pequeño estaba extremadamente nervioso. Cuando le llegó el turno, se acercó al micrófono y dijo con orgullo: «El Señor es mi pastor, ¡y eso es todo lo que necesito saber!».

Cuando Pedro salió de la barca para caminar sobre el mar hacia Cristo, empezó a hundirse, sólo para ser rescatado por el Señor. Jesús le dijo: «¿Por qué dudaste?». Mateo 14:31. La raíz del significado de la palabra «duda» es mirar en dos direcciones a la vez. Pedro tenía un ojo puesto en el Señor y el otro en la tormenta que lo rodeaba. Cuando te sientas tentado a dudar, recuérdate a ti mismo que: «Una contradicción en nuestras mentes no prueba una contradicción en la Palabra».

Jeremías escribió en una hora oscura: «Por las misericordias del Señor no somos consumidos, porque sus compasiones no faltan. Son nuevas cada mañana; grande es Su fidelidad. El Señor es mi porción’, dice mi alma, por eso espero en Él». Lamentaciones 3:22 – 24. Cuando David Livingstone zarpó hacia África por primera vez, un grupo de amigos le acompañó al embarcadero para desearle «Buen viaje». Algunos de ellos, preocupados por su seguridad, le recordaron los peligros que le aguardaban. Le instaron a permanecer en Inglaterra. Livingstone, en respuesta, abrió su Biblia y leyó en voz alta de Mateo 28:20 la promesa de Cristo: «Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo». Dirigiéndose a los que dudaban, dijo: «Ésa, amigos míos, es la palabra de un caballero. Vámonos, pues». «No sé a dónde me lleva, pero bien conozco a mi Guía» (Martín Lutero).

«¡NUNCA DUDES EN LA OSCURIDAD DE LO QUE DIOS TE DIJO EN LA LUZ!»