Día 103: ¡Dame un respiro!

Escritura de hoy: Lucas 15:16

Pensamiento central: Si necesitas un respiro en la vida, el Padre está esperando para dártelo.

Como padres, mi marido y yo establecemos límites para nuestros hijos adolescentes. A medida que se acercaban a los dieciocho años, los límites se ampliaban para que pudieran experimentar la toma de más decisiones y errores. Cuando uno de ellos decidía salirse de los límites, era interesante observar cuántas cosas le salían mal a ese niño. Esto les hacía correr de vuelta a la seguridad de un hogar lleno de amor.

El hijo pródigo dilapidó sus bienes, vivió al margen de la ley y acabó dando de comer a los cerdos. Incluso entonces, nos dice el versículo de hoy, «nadie le dio nada». Fuera de los límites no hay piedad. Cuántas veces vemos cómo la situación de los incrédulos va de mal en peor, en una espiral descendente, y parece que no hay ayuda para ellos. El mundo no reparte gracia.

Al hijo pródigo no le costó mucho darse cuenta de dónde encontrar amor y ayuda: ¡en casa! Allí le esperaba su padre, mirando y anhelando a su amado hijo. El Padre le dio la bienvenida con una gran celebración, no con un castigo ni con un «te lo dije».

Esta imagen del Padre debería consolar a toda persona que se haya alejado. Dios se dedica a salvar y redimir a las personas. El mundo te quitará todo lo que tienes y te dejará sin nada. Pero Dios espera ansiosamente que su precioso hijo regrese a casa, esperando para celebrar.

Oración devocional: Señor, ayúdame a recordar que Tú te dedicas a dar la bienvenida a casa a las personas perdidas. Gracias por la celebración que espera a cada pecador que se arrepiente.

Lectura bíblica de hoy: Josué 5:1-7:15; Lucas 15:1-32; Salmo 81:1-16; Proverbios 13:1

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