Día 118: El síndrome de la rueda que chirría

Escritura de hoy: Lucas 23:23-24

Pensamiento central: Pilato escuchó a la multitud que gritaba cuando debería haber escuchado la voz de su conciencia.

«La rueda que chirría es la que se engrasa», dicen. Descubrí que eso era cierto cuando nuestros hijos eran pequeños. La que llamaba más la atención era la voz más alta de las cuatro voces insistentes o la que tenía los tonos más estridentes. Tenía que dirigir mi atención deliberadamente al niño que hablaba más bajo, para que no fuera siempre el último en ser escuchado.

Si Pilato hubiera escuchado a su conciencia y a su esposa (Mateo 27:19), no habría entregado a Jesús a la multitud que aullaba en voz alta pidiendo su crucifixión. Pilato cedió a la multitud y dejó que sus voces fuertes prevalecieran. Pilato accedió a su demanda porque su conciencia sucumbió al clamor de la multitud (Lucas 23:23-24).

Hoy en día, la mayoría de los que gritan dicen que el sexo fuera del matrimonio está bien; que la rebeldía te da lo que quieres; que la pornografía es ver la vida real; que la sodomía y el lesbianismo no solo son estilos de vida viables, sino políticamente correctos. ¿Responderemos al aullido de la multitud o prestaremos atención al suave empujón de nuestra conciencia para elegir la lealtad a Dios y al bien?

Oración devocional: Señor, ayúdame a no permitir que la voz suave de mi conciencia sea ahogada por la voz fuerte de la multitud. Que nunca deje que la multitud prevalezca sobre mi conocimiento de lo que es correcto según Tu Palabra.

Lectura bíblica de hoy: Jueces 7:1-8:17; Lucas 23:13-43; Salmo 97:1-98:9; Proverbios 14:7-8