Día 120: Regocijarse en el señorío de Dios
Escritura de hoy: Salmo 100
Pensamiento central: Cuando aceptamos el señorío de Dios en nuestras vidas, tendremos verdadera alegría.
Dar el control de nuestras vidas a otro puede ser aterrador. Desde nuestra infancia se nos enseña a ser independientes y a tomar nuestras propias decisiones. Dios quiere que usemos nuestra mente para vivir vidas plenas y productivas. Aun así, la idea de entregar todo lo que somos y tenemos es aterradora. Luchamos con esto toda nuestra vida.
Estudiar la magnificencia de Dios buscando las palabras que describen su majestad fue una experiencia que me cambió la vida. Esta nueva mirada al Señor y a quién es me abrumó. Hizo que las alabanzas saltaran de mis labios e inspiró el siguiente poema (versión abreviada) sobre su majestad.
¡Majestuoso es Él!
Descripciones de fuego… Belleza impensable…
Poder más allá de la comprensión…
La tierra y el cielo tiemblan… El agua ruge…
¡Luz resplandeciente y sonido estruendoso!
Todo esto retrata a Dios. Cada una de sus facetas de gloria…
Sin embargo, solo una pequeña visión de su grandeza.
¡Majestuoso es Él! ¡Más allá de la comprensión, glorioso!
¡Majestuoso es Él!
©Crystal J. Ortmann
Reconocer su majestad y señorío sobre nosotros puede cambiar nuestras vidas. Es fácil entregar nuestra voluntad a Alguien con esos atributos. Cuanto más aprendemos sobre su carácter, más fácil es confiarle nuestras vidas.
Oración devocional: Señor, revélate a nosotros y ayúdanos a regocijarnos en tu maravilloso señorío.
Lectura bíblica de hoy: Jueces 9:22-10:8; Lucas 24:13-53; Salmo 100:1-5; Proverbios 14:11-12