Día 145: Dios es mi piloto
Escritura de hoy: 2 Samuel 6:22

Pensamiento central: El camino hacia la libertad consiste en liberar el control.
David sorprendía constantemente a quienes lo rodeaban con sus acciones de humildad. En la época de David, era costumbre que un rey recompensara a quien facilitara la desaparición de los enemigos del rey. Sin embargo, David hizo matar a esos hombres. Era costumbre que un rey exaltara su propia grandeza ante su pueblo. Sin embargo, David se humillaba abiertamente. David no era perfecto. De hecho, cometió algunos errores garrafales. Pero su repetida burla de las costumbres era indicativa de su actitud de corazón que era tan agradable a Dios. Esa actitud se resume en el reconocimiento de David del lugar de Dios en su vida: «Vive el Señor, que ha redimido mi vida… (2 Samuel 4:9)».
David sabía que su posición y su destino no estaban en manos de los hombres. Estaba plenamente convencido de la verdad de que fue Dios quien lo puso en el trono, y sería Dios quien lo mantendría allí.
Cuando estamos plenamente convencidos de la mano de Dios en nuestras vidas y de Su destino para nosotros, somos capaces de liberarnos de las acciones de los demás. Operamos a un nivel que puede desconcertar a quienes nos rodean, pero nos permitirá celebrar libremente ante el SEÑOR.
Oración devocional: Señor Dios, bendito Autor de nuestro destino, permítenos sentirnos seguros en la fidelidad de Tu amor mientras nos cuidas. Ayúdanos a dejar de lado la necesidad de controlar lo que otros puedan decir y hacer. Tú eres quien levanta y quien baja. Nos inclinamos voluntariamente ante Ti en adoración y alabanza. Porque Tú eres digno, oh Señor, de recibir gloria, honor y alabanza.
Lectura bíblica de hoy: 2 Samuel 4:1-6:23; Juan 13:31-14:14; Salmo 119:17-32; Proverbios 15:31-32
