Día 165: Necesitamos a Dios todos los días
Escritura de hoy: 1 Reyes 11: 1-12: 19

Pensamiento central: Necesitamos que Dios nos ayude todos y cada uno de los días. La sabiduría no es suficiente; necesitamos el poder del Espíritu Santo para vivir vidas que agradan a Dios.
Salomón tenía sabiduría, pero la sabiduría no fue suficiente para evitar que se dejara seducir y dejara de adorar al único Dios verdadero.
Quizás Salomón conocía los peligros de aliarse con mujeres que adoraban a otros dioses. Quizás sus fieles consejeros le advirtieron que no debía unirse en yugo desigual con los no creyentes; sin embargo, el rey Salomón decidió casarse con alguien que no era de su fe porque pensó que podría manejarlo. Quizás sus ideas sobre la adoración a Dios cambiaron y se sintió más abierto de mente; su ego pudo haberse visto gratificado al explorar otras religiones en aras de la sabiduría.
Al principio de su reinado, el rey Salomón agradó a Dios al pedirle sabiduría. Pero la sabiduría no fue suficiente. Al final, Salomón disgustó a Dios. ¿Qué pasó? ¿Qué cambió? ¿Llevaron unos cambios sutiles a Salomón a dejar de entregarse por completo a su Dios? Quizá los cambios fueron muy graduales. El rey pudo haber hecho un pequeño compromiso y luego otro. Pudo haber pensado que podía manejar algunos cambios, pero fueron suficientes para endurecer su corazón de una manera que finalmente afectaría a la siguiente generación.
Podemos identificarnos con el rey Salomón. Sabemos cuándo estamos haciendo concesiones. La sabiduría y el conocimiento de Dios y de Su Palabra no son suficientes. Necesitamos el poder del Espíritu Santo para vivir nuestras vidas para agradar a Dios. En última instancia, agradaremos a Dios cuando pidamos la sabiduría y la mente de Cristo y el poder del Espíritu Santo para vencer la tentación. Debemos darnos cuenta de que necesitamos desesperadamente a Dios. Quizás esto es lo que Salomón olvidó.
Oración devocional: Ayúdanos a superar las pequeñas tentaciones que carcomen nuestra fe. Ayúdanos a abrir nuestros corazones a la Palabra y a permitir que el Espíritu Santo nos guíe a diario. Danos fuerzas para evitar el compromiso y que nuestros corazones no se endurezcan. Te necesitamos, Señor.
Lectura bíblica de hoy: 1 Reyes 11:1-12:19; Hechos 9:1-25; Salmo 131:1-3; Proverbios 17:4-5
