Día 18: Limpieza del corazón.
Escritura de hoy: Mateo 12:43-45
Pensamiento central: No solo debemos desechar todo lo malo de nuestro corazón, sino que cada uno de nosotros debe permitir que Dios llene nuestro corazón con lo que es bueno.
La analogía que Jesús utiliza al hablar de la necesidad de un corazón limpio llama nuestra atención sobre dos aspectos del compromiso. El primer aspecto de la analogía es una necesidad con la que todos luchamos de vez en cuando, si no a diario. Así como es necesario hacer una limpieza de la casa en el sentido literal para mantener una buena calidad de salud física, también es necesario cuidar la «limpieza del corazón» para mantener una buena salud espiritual.
El segundo aspecto de la analogía es la necesidad de llenar nuestros corazones y nuestras vidas con la Palabra de Dios. Un corazón limpio es algo bueno, pero mantener un corazón limpio requiere dedicación de nuestra parte. Aunque las Escrituras advierten contra depender de las buenas obras para la salvación, Jesús enfatizó la necesidad de que cada persona viva su vida en obediencia a la Palabra de Dios. Gran parte del Sermón de la Montaña (Mateo 5-7) aborda cuestiones a las que nos enfrentamos en nuestra relación con Dios y con los demás.
Al igual que en una habitación vacía se pueden acumular fácilmente capas de polvo o desorden, en un corazón vacío pueden surgir fácilmente tentaciones que pueden conducir a una situación peor que la anterior. Mantener un corazón limpio requiere tiempo con Dios. Requiere llenar nuestras mentes y nuestros corazones con las cosas correctas. No se me ocurre una mejor manera de hacerlo que leer y estudiar la Palabra de Dios y dejar que llene nuestros corazones con Su espíritu hasta el punto de que desplace a cualquier espíritu maligno que pueda estar buscando un lugar de alojamiento en el corazón de una víctima desprevenida.
Que cada uno de nosotros haga todo lo posible para no dejar espacio a los malos pensamientos o acciones en nuestras vidas.
Oración devocional: Señor, ayúdame no solo a deshacerme de las cosas de mi vida que te desagradan, sino también a reemplazarlas por lo que te agrada.
Lectura bíblica de hoy: Génesis 37:1-38:30; Mateo 12:22-45; Salmo 16:1-11; Proverbios 3:27-32