Día 190: ¡Cuidado con lo que dices!
Escritura de hoy: Proverbios 18:20-21

Pensamiento central: Debemos tener cuidado cuando utilizamos la boca.
Todo el mundo tiene una, y cada una le sirve bien a su dueño. Proporciona una abertura que permite que la comida entre en el cuerpo. Cubre los dientes y las encías cuando está cerrada, y cuando se abre facilita el habla. Puede ensancharse en una sonrisa robusta cuando una persona está feliz. También puede crear un largo ceño fruncido cuando una persona está infeliz. Puede fruncirse para besar a un ser querido. También puede utilizarse para expresar ira.
Es la boca; y aunque proporciona bendición, también plantea distintos peligros. Proverbios 18:20-21 habla de ambos.
En el versículo 20, las palabras de una persona, denominadas «el fruto de la boca del hombre» (ESV), pueden traer satisfacción. La palabra correcta dicha en el momento adecuado, por ejemplo, puede bendecir al oyente y dar al hablante la satisfacción de haber ministrado a la persona a la que se dirige.
Pero en el versículo 21, el escritor nos recuerda rápidamente los peligros ocultos en nuestras palabras. Aunque pueden dar «vida», también pueden traer «muerte». La misma boca que pronuncia palabras que animan y fortalecen también puede producir palabras que desaniman y destruyen.
El versículo 21 concluye con una advertencia para los habladores. Aquellos a quienes les encanta escucharse a sí mismos —y a los demás— hablar deben tener cuidado. ¡Puede que algún día tengan que comerse el fruto de lo que dicen! Como dijo alguien: «Ten cuidado con tus palabras; puede que algún día tengas que comértelas».
Oración devocional: Ayúdame, Señor, a ser consciente del poder de mis palabras. Ayúdame a hacer un buen uso de ellas.
Lectura bíblica de hoy: 1 Crónicas 5:18-6:81; Hechos 26:1-32; Salmo 6:1-10; Proverbios 18:20-21
