Día 201: Todo lo bueno viene de Dios

Escritura de hoy: 1 Crónicas 29:10-19

Pensamiento central: Debemos ofrecer todo lo que somos y todo lo que tenemos a Dios en consagración.

La Biblia registra la oración final que David ofreció cuando se acercaba al final de su reinado. Esta oración dice mucho sobre el carácter de David y su relación con Dios.

David atribuyó toda la gloria a Dios, reconociendo que todo el poder, la majestad, la riqueza y las victorias de su reino provenían de Él. Adoró: «Tuyo es el reino. Tú eres exaltado» (versículo 11).

Mientras contemplaba el enorme alijo de riquezas que había acumulado para el templo, David recordó cuando era un pobre pastor. Eso le hizo exclamar con todo su corazón: «¿Quién soy yo?» (versículo 14). Debió de pensar: «¿Cómo he llegado hasta aquí? No era nadie. Solo por la gracia de Dios he llegado a este estado; no es por nada que yo haya hecho».

Como cristianos, debemos preguntarnos: «¿Quién soy yo?». Debemos darnos cuenta de que solo por la gracia de Dios tenemos algo. ¡Todo viene de Él!

Entonces David declaró que estaba devolviendo a Dios la abundancia de sus bendiciones para él y el pueblo de Dios para la construcción del templo de Dios. David terminó su oración pidiéndole a Dios que le diera a su pueblo esta misma actitud y que le diera a Salomón un corazón perfecto.

David murió pronto sin arrepentimientos. Había completado su tarea. Su vida estaba cumplida. Fue recordado como un gran rey.

Oración devocional: Dios, ayúdame a ofrecerte mi vida de nuevo y dame la sabiduría para promover Tu Reino.

Lectura bíblica de hoy: 1 Crónicas 28:1-29:30; Romanos 5:6-21; Salmo 15:1-5; Proverbios 19:18-19