Día 222: Padre, perdónanos
Escritura de hoy: Esdras 8:21-9:15

Pensamiento central: Dios quiere que oremos por los demás como si oráramos por nosotros mismos.
Dios había permitido amablemente que muchos de los exiliados judíos regresaran a Judá y reconstruyeran y dedicaran el templo. Les mostró su bondad «ante los ojos de los reyes de Persia» (Esdras 9:9, NVI).
Sin embargo, cuando Esdras y otro grupo de exiliados babilonios llegaron a Jerusalén, los líderes les informaron de que muchos de los exiliados en Judá se habían casado con personas idólatras de su entorno, desobedeciendo directamente los mandamientos de Dios.
Esdras se horrorizó e inmediatamente se arrodilló y comenzó a orar. Reconoció los pecados del pueblo como si fueran suyos. «Oh Dios mío, estoy demasiado avergonzado y deshonrado para levantar mi rostro hacia ti, Dios mío, porque nuestros pecados son más altos que nuestras cabezas y nuestra culpa ha llegado hasta los cielos» (9:6).
Esdras reconoció la gravedad de la situación. Dios había enviado al pueblo al cautiverio por su desobediencia. Ahora habían vuelto a quebrantar sus mandamientos.
Cuando miramos a nuestro alrededor y vemos la inmoralidad, la codicia y la violencia, ¿reconocemos cómo ve el pecado nuestro Dios justo? ¿Oramos por la misericordia de Dios o por su juicio? ¿Intercedemos, como Esdras, por aquellos que están atrapados en las garras del pecado?
Oración devocional: Padre, al ver el pecado que nos rodea, que podamos interceder como lo hizo Esdras en nombre de los demás. Guíanos por tu Espíritu, para que podamos compartir tu mensaje y marcar la diferencia en el futuro eterno de los demás.
Lectura bíblica de hoy: Esdras 8:21-9:15; 1 Corintios 5:1-13; Salmo 31:1-8; Proverbios 21:1-2
