Día 255: Aguas de oposición
Escritura de hoy: Isaías 8:7-22; 9:2,6,7

Pensamiento central: El Príncipe de la Paz calma las aguas turbulentas de la vida.
La furia de una nación extranjera estaba a punto de desatarse sobre los habitantes de Judá. Habían rechazado las «aguas de Siloé», el Dios de su salvación. Y ahora, como un río embravecido que se sale de su cauce, el juicio de Dios llegaba de la mano de los asirios.
A veces, ríos de oposición parecen inundar la vida de las personas, incluso de aquellas que conocen y sirven al Señor. En este pasaje se encuentran algunas advertencias y consejos que nos ayudarán a lidiar con estos ríos cuando lleguen.
La primera advertencia es no conspirar con los enemigos de Dios ni ser cómplices de sus planes. No debemos tratar de protegernos haciendo alianzas con el enemigo.
En segundo lugar, se nos advierte que santifiquemos al Señor y le mostremos la reverencia y el temor santo que Él merece. Luego debemos esperar en Él con una esperanza expectante de liberación.
En tercer lugar, hay una advertencia específica de mantenerse alejado de las prácticas ocultas. Aunque prometen mucho, son ineficaces para liberarnos o ayudarnos; y nos llevarán al cautiverio del diablo.
Cualquier dirección que miremos, excepto hacia arriba, solo nos proporcionará oscuridad y un triste fracaso para calmar las aguas de la oposición.
Pero hay una respuesta. Leemos sobre ella en Isaías 9:6. «Porque un niño nos ha nacido… Dios poderoso… Príncipe de paz…». Él trae calma a las aguas turbulentas que buscan abrumar el alma del creyente. ¡Invoque a Jesús hoy y encuentre la paz para los tiempos difíciles!
Oración devocional: Señor Jesús, hoy te santifico en mi corazón. Por favor, trae paz a las aguas turbulentas de mi vida.
Lectura bíblica de hoy: Isaías 8:1-9:21; 2 Corintios 12:1-10; Salmo 55:1-23; Proverbios 23:4-5
