Día 262: Convertirse en hijos de Dios

Escritura de hoy: Gálatas 3:23-4:31

Pensamiento central: Nos convertimos en hijos de Dios a través de la fe en Cristo.

Nuestros dos hijos son adoptados. Mi esposa y yo recordamos vívidamente las dos llamadas telefónicas de la agencia de adopción en las que nos informaban que habíamos sido seleccionados para ser los padres adoptivos de nuestro hijo y luego de nuestra hija. Mientras nos preparábamos para hacer los viajes subsiguientes a la agencia de adopción para recibir a nuestros hijos, Dios comenzó a poner un amor en nuestros corazones por estos pequeños a quienes aún no habíamos visto. Aunque nuestros hijos ahora son adultos jóvenes, la alegría de esos momentos perdura.

De manera similar, Dios nos ha elegido para ser adoptados como Sus hijos. Nuestros gastos de adopción fueron pagados por la muerte de Cristo en la Cruz. Y como hijos de Dios, recibimos todo lo que Él nos ha prometido. Esto incluye los «plenos derechos» como hijos.

Antes de venir a Cristo, estábamos atados por el pecado que nos separaba de Dios. Pero ahora, Dios es nuestro Padre y tenemos una relación amorosa con Él. La palabra «Abba», que en arameo significa padre, describe nuestra íntima relación con Dios. En lugar de ser un Dios severo y distante, Él anhela tener comunión con nosotros.

Quizás hoy tengas una gran necesidad en tu vida. Quizá sientas aprensión al acercarte a Dios. Quizá sientas que no eres lo suficientemente bueno para presentarle tu necesidad. Recuerda que eres hijo de Dios. Él desea tener una relación íntima contigo. Acércate a Él como tu Padre amoroso y deja que Él cuide de ti y de tus necesidades.

Quizá nunca hayas expresado tu fe en Cristo. Da ese paso hoy para que tú también puedas formar parte de la familia de Dios.

Oración devocional: Señor, ayúdame a acercarme a Ti como mi Padre y a sentirme reconfortado y tranquilo por Tu presencia en mi vida.

Lectura bíblica de hoy: Isaías 28:14-30:11; Gálatas 3:23-4:31; Salmo 62:1-12; Proverbios 23:19-21