Día 278: ¿Por qué estás orando?
Escritura de hoy: Colosenses 1:9-14
Pensamiento central: La verdadera oración a Dios es más que una lista de deseos.
Una madre escuchaba a su pequeña decir sus oraciones antes de dormir. «Y, Dios, me gustaría mucho un poni. Pero si eso es demasiado grande, un gatito estaría bien».
Aunque esta historia nos haga sonreír, tal vez deberíamos analizar cómo oramos y por qué cosas oramos. Las Escrituras de hoy nos desafían a examinar el tipo de cosas por las que oramos. Si descubrimos que nuestras oraciones son meras listas de deseos que expresan nuestras necesidades, debemos cambiar la forma en que oramos.
¿Cuándo fue la última vez que oraste para hacer alguna de las siguientes cosas?
- Estar lleno del conocimiento de la voluntad de Dios.
- Llevar fruto en toda buena obra.
- Vivir una vida digna del Señor que sea «completamente agradable a él» (versículo 10).
- Dar fruto en toda buena obra.
- Aumentar en tu conocimiento de Dios.
- Ser fortalecido para que puedas servir a Dios con alegría de manera constante.
- Dar gracias a Dios por lo que ha hecho en tu vida: hacerte justo, liberarte del pecado, ponerte bajo el dominio de Cristo y redimirte.
¿Y cuándo fue la última vez que oraste de esa manera por los demás?
No nos desanimemos si descubrimos que nuestras oraciones no son todo lo buenas que podrían ser. Incluso los cristianos maduros a menudo tienen margen de mejora en lo que respecta a la oración. Empecemos a practicar la oración para pedir algo más que nuestras listas de deseos, rezando algunas de las oraciones que encontramos en la Biblia. La oración de Pablo en Colosenses 1:9-14 sería una buena para empezar.
Oración devocional: Señor, enséñanos a orar según tu voluntad.
Lectura bíblica de hoy: Jeremías 2:31-4:18; Colosenses 1:1-20; Salmo 76:1-12; Proverbios 24:21-22