Día 290: Los asuntos de Dios: Romper y rasgar

Escritura de hoy: Jeremías 30:8-9 (NVI)

Pensamiento central: El Señor desea liberarnos incluso mientras estamos en cautiverio.

«En aquel día —declara el Señor Todopoderoso—, romperé el yugo de su cuello y rasgaré sus ataduras; los extranjeros ya no los esclavizarán. En su lugar, servirán al Señor su Dios y a David su rey, a quien yo levantaré para ellos».

El Señor desea liberarnos incluso mientras estamos en cautiverio. Los hijos de Israel aún tenían años de cautiverio por delante cuando Jeremías pronunció estas palabras. Sin embargo, el plan de Dios era liberar a sus hijos de la esclavitud en la que se encontraban. Nos demos cuenta o no, el Señor está deseando liberarnos de nuestra esclavitud. Puede que no estemos en esclavitud física con nadie, pero muchos de nosotros estamos esclavizados por nuestro pecado y nuestros deseos carnales.

El Señor nos ve en nuestro estado y declara que romperá el yugo. Romperá las ataduras. ¡Fíjate en el lenguaje fuerte que utiliza el profeta al afirmar que el Señor liberará a los suyos! Dios no lo hará al azar; lo hará y lo hará con fuerza. Los hijos de Israel sabrían que el Señor los había liberado. Del mismo modo, cuando el Señor libera hoy, lo hace con fuerza y poder, y hay una victoria inconfundible.

Tenga en cuenta el propósito de la liberación: «servirán al Señor su Dios y a David su rey». Cuando somos libres, lo somos con un propósito, servir al Señor. Tendremos una comunión ininterrumpida con el Señor, que desea desesperadamente morar entre los suyos.

Oración devocional: Querido Señor, solo Tú tienes el poder de liberarme. Rompe el yugo; desata las ataduras de mi vida para que pueda ser libre para servirte. Tú eres mi Dios y es a Ti a quien adoraré y serviré.

Lectura bíblica de hoy: Jeremías 30:1-31:26; 1 Timoteo 2:1-15; Salmo 87:1-7; Proverbios 25:18-19