Día 3: Nuestro escudo

Escritura de hoy: Salmo 3:1-8

Pensamiento central: Los creyentes pueden descansar en la protección de Dios

¿Quién es la persona más tranquila que has conocido? Quizás se te ocurra alguien que siempre parece mantener la compostura sin importar lo mal que puedan parecer las cosas. Estas personas reflejan una calma tranquila que también tranquiliza a quienes las rodean. Buscar a estas personas en momentos estresantes nos ayuda a superar las dificultades.

El salmista de la lectura de hoy reconoció que Dios nos da las razones más importantes y mejores para mantener la calma en situaciones tormentosas. Dios es nuestro escudo en las batallas de la vida. De hecho, podemos descansar en medio de las peores batallas porque Él está completamente a cargo y estará con nosotros en todo momento estresante y peligroso. Podemos recurrir a Él con confianza cuando lleguen esas batallas.

El desafío para nosotros es aprender a confiar más plenamente en Su capacidad para ayudarnos y protegernos. Podemos sentir la tentación de ceder al miedo y a la duda cuando no vemos una solución fácil a los problemas a los que nos enfrentamos. Sin embargo, la solución a este miedo es dejar de intentar controlar nuestras situaciones y permitir que Dios se haga cargo y pelee nuestras batallas.

Oración devocional: Señor, hazte cargo de mis batallas y sé mi escudo.

Lectura bíblica de hoy: Génesis 5:1-7:24; Mateo 3:7-4:11 Salmo 3:1-8; Proverbios 1:10-19

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