Día 308: Un Dios verdadero
Escritura de hoy: Ezequiel 10:1-11:25

Pensamiento central: Dios es un Dios celoso que no quiere que adoremos a ningún ídolo.
El equilibrio es más difícil de mantener en las escrituras y en los principios religiosos que en una buena rutina olímpica de barra de equilibrio. Muchas veces oímos un concepto de la Biblia sacado de contexto por fuentes mundanas y predicado como si fuera la única parte que importa. Dos conceptos que oímos predicar hoy son la tolerancia y la aceptación.
Jesús fue nuestro ejemplo tanto en tolerancia como en aceptación. Tenía una gran compasión por las personas y no le preocupaba que lo vieran con individuos considerados como las formas de vida más bajas. Aceptaba a las personas en el punto en el que las conocía. No consideraba su posición social como algo positivo o negativo en el reino de Dios. Exigió el mismo acto de obediencia al joven rico que a los pescadores. Eso era dejar todo lo que tenían y seguirlo.
Sin embargo, había cosas que no toleraba. Expulsó a los cambistas del templo porque estaban profanando ese lugar sagrado. Reprendió a los líderes religiosos de la época porque tenían una forma de religión que se centraba en demostrar sus creencias, no la voluntad de Dios.
Dijo que Él era el camino y que nadie podía ir al Padre sino por Él. No aceptó ningún otro camino y Dios tampoco lo hace. Incluso antes de la época de Ezequiel, Dios dejó claro que castigaría a todos aquellos que adoraran a cualquier ídolo. Debemos adorar al único Dios verdadero.
Oración devocional: Señor, ayúdame a no tolerar ni aceptar nada en mi vida que te desagrade.
Lectura bíblica de hoy: Ezequiel 10:1-11:25; Hebreos 6:1-20; Salmo 105:16-36; Proverbios 27:1-2
