Día 315: No te olvides de Dios
Escritura de hoy: Ezequiel 23:1

Pensamiento central: No te verás atrapado en el pecado a menos que primero le des la espalda a Dios.
El capítulo de hoy en Ezequiel trata sobre la ira de Dios hacia su pueblo elegido cuando se apartaron de Él, adoraron ídolos y negaron la comunión con el Dios verdadero. Las imágenes son duras, pero nos recuerdan que el Dios del Antiguo Testamento había hecho planes para un camino mejor. Hay muchas lecciones en este capítulo que pueden ayudarnos a evitar las penas de la embriaguez y la vida adúltera.
Las historias de Dios son a veces difíciles de leer, pero los comentarios, como un buen consejo, nos ayudan a entender el mensaje de Dios. Matthew Henry comenta el versículo 35 de esta manera: «El olvido de Dios y el desprecio hacia él, hacia su mirada sobre nosotros y su autoridad sobre nosotros, están en el fondo de todas nuestras traicioneras y adúlteras desviaciones de él. Por lo tanto, los hombres vagan tras los ídolos, porque olvidan a Dios y sus obligaciones para con él; ni podrían mirar con tanto deseo y deleite los cebos del pecado si no se deshicieran primero de Dios».
El juicio de Dios sobre las diez tribus de Israel y las dos tribus de Judá tenía como objetivo refinarlas para Sus propósitos. Finalmente, nació Jesús, el León de Judá, y el juicio refinador dio belleza a las cenizas. Dios se dedica a redimir si le dejamos hacer Su obra en nosotros. La clave, por supuesto, es dejarle.
Me crié yendo a la iglesia, cantando en el coro, asistiendo a grupos juveniles y siendo bautizada en agua. Cuando estaba en la universidad, quería vivir a mi manera. Con previsión, le di la espalda a Dios deliberadamente porque no quería sentir más condenación por lo que elegí hacer. Después de todas las dolorosas lecciones de la vida que me sentí obligado a experimentar de primera mano, toqué el inevitable «fondo» que me hizo mirar hacia arriba y pedirle a Dios que volviera a mi vida. El juicio de Dios está destinado a refinarnos.
Oración devocional: Querido Dios, por favor, no nos dejes darte la espalda. Necesitamos tu ayuda para permanecer cerca de ti. Gracias por darnos tu palabra, que podemos guardar en nuestros corazones mientras nos sometemos a tu autoridad y perfeccionamiento.
Lectura bíblica de hoy: Ezequiel 23:1; Hebreos 10:18-39; Salmo 109:1-31; Proverbios 27:13
