Día 327: El camino hacia la salud

Escritura de hoy: 1 Pedro 2:24

Pensamiento central: Los efectos del pecado han sido sanados por las heridas de Jesús.

Algunos ven este versículo como una promesa de sanación solo para las heridas espirituales; otros se han centrado exclusivamente en su provisión para la sanación física. Cualquiera de las dos interpretaciones deja algo que desear. La Caída resultó en heridas en la raza humana en todos los niveles. El pecado muestra sus efectos en todos los ámbitos de la vida: en el cuerpo como enfermedad, en el alma (mente, emociones y voluntad) como todo tipo de pensamientos perversos y sentimientos atormentados, y en el espíritu como separación de Dios y de todo lo que es justo y santo. La ciencia nos dice que existen profundas conexiones entre la salud espiritual, la salud mental y emocional y la salud física. La enfermedad en un área es a menudo un síntoma de enfermedad en otra.

Un buen momento para reflexionar sobre el beneficio de los azotes de Jesús es durante la comunión, mientras se participa del pan. «Tomad, comed: esto es mi cuerpo, que es partido por vosotros: haced esto en memoria de mí» (1 Corintios 11:24, RV). Recibe su cuerpo partido, recuerda los azotes que compraron nuestra curación y sé sanado en todos los aspectos de tu vida.

Oración devocional: Señor, humildemente recibo la sanación de todas las heridas, ya sea en mi cuerpo, alma o espíritu. Te doy gracias por las llagas que lo hicieron posible.

Lectura bíblica de hoy: Ezequiel 47:1-48:35; 1 Pedro 2:11-3:7; Salmo 119: 119-64; Proverbios 28:12-13