Día 67: ¿Recompensa o castigo? Tú eliges

Escritura de hoy: Proverbios 10:29-30

Pensamiento central: El orden divino de Dios para la humanidad incluye una recompensa para los justos y un castigo para los malvados; por lo tanto, aceptemos nuestra recompensa a través de la fe en Cristo

Uno de los atributos de Dios es la justicia: recompensas y castigos. El camino de Yahvé es justo, pero la maldad prevalece en la naturaleza de los seres humanos. Si comprendemos esta verdad básica, dudaremos más en cuestionar a Dios sobre la justicia de los constantes sufrimientos, atrocidades e injusticias que están ocurriendo en el mundo. En última instancia, cada uno de nosotros debe aceptar la responsabilidad de sus propias acciones y pedir perdón a Dios. Dios nos ha proporcionado el perdón, pero debemos pedírselo. Debemos elegir. No podemos culpar a Dios si no nos perdona.

En su enseñanza sobre cómo debemos relacionarnos con los maestros de justicia, Pablo advirtió sobre el engaño y las consecuencias del pecado (Gálatas 6:7-8): «No os engañéis, Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna». Pablo nos anima a no rendirnos en hacer el bien por la recompensa que aguarda a los fieles (Gálatas 6:9).

Oración devocional: Señor, ayúdame a aceptar la responsabilidad de mis acciones, a elegir Tu recompensa en lugar del castigo eterno. Y ayúdame a hacer el bien para que mis acciones ayuden a los demás en lugar de hacerles daño.

Lectura bíblica de hoy: Números 8: 1-9:23; Marcos 13:14-37; Salmo 50:1-23; Proverbios 10:29-30