Día 82: Espinas en tus ojos
Escritura de hoy: Números 33:55,56.
Pensamiento central: Los viejos hábitos pecaminosos que se introducen en mi nueva vida espiritual traerán dolor. Puedo confiar en que Jesús me dará fuerzas para deshacerme de estos hábitos.
Dios le dijo a Moisés que expulsara a todos los habitantes de la tierra. Dijo que aquellos impíos que no fueran expulsados serían «como aguijones en tus ojos y espinas en tus costados, y te molestarán» (Números 33:55). Dios quería un pueblo santo.
Dios también quiere que yo mantenga mi cuerpo, mente y espíritu fieles a Él. Seguir entregándome a sabiendas a antiguos hábitos pecaminosos después de aceptar a Cristo como mi Salvador significa que no lo he hecho realmente Señor de mi vida. Corregir algunas indulgencias pecaminosas puede llevar tiempo, pero otras prácticas necesitan una cirugía radical e inmediata.
Pablo animó a los efesios a dar la espalda a su antigua forma de vida, a «despojarse del viejo hombre» y «renovarse en el espíritu [actitud] de su mente» y «revestirse del nuevo hombre, creado a imagen de Dios» (Efesios 4: 22-24). Nosotros también podemos ser renovados en Cristo. Dejar a propósito los hábitos pecaminosos en los que nos sentíamos obligados a caer antes de nuestra salvación nos acerca a Cristo.
Dios me ayudará a vivir de tal manera que Su presencia sea reconocida por mí y por aquellos que me conocen bien. Solo si vivo en pureza, Dios vivirá diariamente en mí. Él no puede morar en un templo impuro.
Oración devocional: Señor, ayúdame a deshacerme de la sucia carga de mi antiguo estilo de vida pecaminoso y a vivir en Ti una nueva vida que sea pura y dulce.
Lectura bíblica de hoy: Números 33:40-35:3