Día 93: Dejar ir y volver a recibir
Escritura de hoy: Lucas 10:4
Pensamiento central: Debemos desprendernos de todo lo que tenemos si queremos servir al Señor.
Mi posesión más preciada es una muñeca de porcelana que compré hace diez años. Mide sesenta centímetros y tiene el pelo negro azabache, un vestido de terciopelo y un collar de oro de 14 quilates con pendientes a juego. Aparte de mi hijo y mi marido, esta muñeca sería la primera en ser rescatada si hubiera un incendio. Arriesgaría mi vida terrenal para salvar mi posesión más querida. Pero no arriesgaría mi vida espiritual por nadie ni por nada.
En Lucas 10, Cristo envía a setenta y dos personas a compartir su inminente llegada. Les dice a estos mensajeros que no deben llevar consigo ninguna posesión material, ni siquiera sandalias. ¡No deben empacar nada!
Parece una orden extraña enviar a una persona de viaje sin ropa de recambio. ¿Por qué Jesús les instruiría de esta manera? Porque sabía que si estos hombres iban delante de Él, tenían que estar centrados en el reino de Dios. Llevar cualquier equipaje personal solo distraería a los mensajeros de su verdadero propósito.
Cristo quiere que dejemos nuestras posesiones a un lado. No nos está diciendo que las tiremos a la basura, sino que no deben interponerse entre nosotros y Él. En el momento en que permitimos que algo o alguien nos distraiga del llamado de Dios, de modo que nos desviemos de Su camino y Su voluntad, es cuando nuestra vida espiritual se pone en riesgo.
Si el Señor debe ser lo primero, debemos hacer un inventario y dejar de lado aquello que se interpone en el camino de una relación con Él. Y eso incluye a mi querida muñeca. Les insto a que entreguen todo lo que tienen al Señor. Él les devolverá lo que Él quiere que conserven.
Oración devocional: Señor, ayúdame a entregarte todo lo que tengo y a aceptar de Ti lo que quieres que tenga.
Lectura bíblica de hoy: Deuteronomio 21:1-22:30; Lucas 9:51-10:12; Salmo 74:1-23; Proverbios 12:11