Día 96: Palos y piedras

Escritura de hoy: Proverbios 12:18

Pensamiento central: Hablar palabras de sanación da vida.

En algún momento, probablemente todos hemos pronunciado las palabras: «Los palos y las piedras pueden romper mis huesos, pero las palabras nunca me harán daño». Aunque sabemos que eso puede ser cierto físicamente, el daño emocional puede llevar a una vida de confusión interior. ¡Los Proverbios dicen que las palabras traspasan como una espada! Nadie ha traspasado nunca mi cuerpo físico con una espada, pero puedo imaginar cuánto dolería porque me han traspasado emocionalmente muchas veces.

Las cosas del pasado que nos persiguen incluyen insultos y otras palabras que derriban en lugar de levantar. Y aquí en el presente, seguimos dando vida a esos pensamientos. Nos atan más fuerte a medida que permitimos que otros pensamientos negativos se eleven dentro de nosotros. ¡Esta no es la voluntad del Padre para nosotros! Él quiere que tengamos una «renovación espiritual de nuestros pensamientos y actitudes» (Efesios 4:23 NTV).

Como hijos del Altísimo, somos dignos porque la sangre de Cristo nos cubre. No dejes que la lengua afilada del enemigo traspase tu espíritu. Ponte la armadura completa de Dios, que proporciona protección espiritual. Afirma en tu corazón que a través de Cristo eres precioso. Da vida al pensamiento de que eres digno y permite que Dios te lleve a un lugar de sanación.

Cuando llegue a ese lugar ante Dios, pídale que lleve esa misma sanación a sus seres queridos. Tómese el tiempo para pronunciar palabras de sanación para su cónyuge, sus hijos, sus padres, sus hermanos, sus amigos y cualquier otra persona con la que entre en contacto. Así como las palabras pueden traspasarnos, también pueden curar un alma herida. Sé, pues, como el sabio de Proverbios 12:18. Pronuncia palabras sanadoras sobre tu vida y sobre la vida de quienes te rodean.

Oración devocional: Señor, ayúdame a pronunciar palabras de aliento y bendición en lugar de palabras que traspasen el corazón de los demás. Sana a aquellos cuyos corazones han sido traspasados por palabras hirientes.

Lectura bíblica de hoy: Deuteronomio 28:1-68; Lucas 11:14-36; Salmo 77:1-20; Proverbios 12:18