Día 98: La tierra prometida

Escritura de hoy: Deuteronomio 32:10-11

Pensamiento central: Dios te sacará del desierto y te llevará a la tierra prometida.

De niño me encantaba jugar al escondite. Siempre me divertía mucho descubrir un lugar donde nadie pudiera encontrarme. Siempre se me daba muy bien y casi nunca me encontraban. Todavía me encanta jugar. A veces me he encontrado escondido en mi espíritu. No siempre es por desobediencia, sino porque no he confiado en el Señor. Al igual que los hebreos, había permitido que el Señor me sacara de un lugar de esclavitud; pero todavía no había confiado plenamente en Él.

En Deuteronomio 32, Moisés relata las pruebas de los hebreos. Después de ser liberados, se rebelaron contra el Señor al no confiar en Él. Incluso durante esa prueba, el Señor los miró y los amó. Debido a su amor por sus hijos, los colmó de su misericordia. Los protegió del mal y cuidó de ellos a pesar de su desafío.

Deuteronomio 32:11 compara al Señor con una madre águila que extiende sus alas para atrapar a sus crías. Una y otra vez el Señor atrajo a su pueblo hacia Él, deseando que sus corazones se volvieran solo hacia Él. Cuando pasaron sus cuarenta años, los condujo a la tierra que los esperaba. Solo cuando sus corazones estuvieron listos, les mostró el cumplimiento de su promesa.

El Señor sigue con nosotros hoy. Aunque nos alejamos de Él y parecemos perdidos en el desierto de nuestra desobediencia, Él sigue caminando a nuestro lado. No nos saca de la esclavitud solo para perdernos en el desierto. Cuando te sientas solo en ese lugar desolado, clama a Él. Él moverá montañas para llevarte a la tierra que te ha prometido.

Oración devocional: Señor, ayúdame a estar dispuesto a confiar en Ti para sacarme de las experiencias desérticas a las que me enfrento en mi vida.

Lectura bíblica de hoy: Deuteronomio 31:1-32:27; Lucas 12:8-34; Salmo 78:32-55; Proverbios 12:21-23

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