El camino de la Fe: Aceptar las imperfecciones

Cuando somos jóvenes, tenemos planes y objetivos idealistas de un matrimonio perfecto, un hogar y trabajos perfectos en el que todos nuestros sueños se hagan realidad y vivamos felices para siempre.

Sin embargo, la vida rara vez resulta como pensábamos, tanto para lo bueno como para lo malo. El camino hacia la satisfacción y la felicidad verdaderas no consiste en buscar la perfección, sino en aceptar la realidad de nuestra situación con todas sus imperfecciones. La aceptación es el primer paso hacia la paz. «Señor, ayúdanos a aceptar las cosas que no se pueden cambiar, a cambiar las que se pueden cambiar y la sabiduría para saber la diferencia».