El Camino de la fe: Guarda nuestros corazones

Aristóteles dijo una vez: «La crítica es algo que podemos evitar fácilmente no diciendo nada, no haciendo nada y no siendo nada».

Si estamos tratando de ir creciendo en nuestra relación con Dios, o avanzar en nuestro trabajo, o realmente, en cualquier cosa en la vida, seremos criticados. Durante esos momentos, consideremos la fuente de las personas que hieren. Oremos por nosotros mismos, pero también por el crítico. Respondamos de una manera piadosa y amorosa. Nunca luchemos contra un dragón convirtiéndonos en un dragón. Mantengámonos centrados en lo que Dios nos ha llamado a hacer. Guardemos nuestro corazón y nuestra actitud, sabiendo que es Dios quien nos defiende. Nunca podemos dar la mano con el puño. Recordemos que, en última instancia, estamos aquí para complacer a una sola audiencia, Dios mismo.