El Camino de la Fe: Las promesas de Dios
Autor: Dr. George FlatteryUna mujer que había estado enferma durante 12 años se acerca por detrás de Jesús, toca su manto y queda instantáneamente curada.
La palabra «tocó» significa «agarrarse, no soltarse». Cuando tenemos una necesidad, debemos acercarnos a Jesús y no soltarlo. Debemos ser persistentes en nuestras oraciones. Dios no es como un anciano que no oye. No tenemos que rogarle a Dios para que nos responda. Dios nos escucha y quiere satisfacer nuestras necesidades. Isaías 62:7 nos anima a orar y a «no dar descanso» a Dios. Seguimos orando porque Dios está trabajando entre bastidores para que suceda. No importa el tiempo que tarde; Dios cumplirá sus promesas.