El camino de la fe: Personas imperfectas

Nunca tendremos la familia o la iglesia perfectas porque todos somos personas imperfectas y pecadoras.

La idea de que dos personas imperfectas y pecadoras pueden unirse y tener una relación perfecta no es realista. Decepcionaremos a otros y otros nos decepcionaran. No harán lo que prometieron o esperaban que hicieran. Todo el mundo es normal hasta que llegamos a conocerlos. Para superar nuestra decepción, debemos ajustar nuestras expectativas y vivir mostrando gracia. La misericordia siempre triunfa sobre el juicio. Debemos recordar que ningún ser humano puede satisfacer nuestras necesidades como sólo Dios puede hacerlo. Dejemos de mirar a las personas imperfectas que nos rodean y miremos a un Dios perfecto que es la única fuente verdadera y fiable de alegría y felicidad en nuestras vidas.