Fiable y digno de confianza
Autor: Dave ArnoldUn hombre salió a caminar por una zona boscosa.
Al anochecer, decidió que era hora de regresar a casa.
Como conocía el bosque, estaba seguro de que tenía un buen sentido de orientación, así que no se molestó en usar su brújula.
Después de caminar un buen rato, decidió que quizás fuera bueno revisar su brújula después de todo.
Para su sorpresa y consternación, su brújula le indicó que iba en la dirección opuesta a la que pretendía.
Sin embargo, como confiaba en su propio sentido de orientación, decidió que debía haber algo mal con su brújula.
Estaba a punto de descartarla con disgusto, cuando pensó: “Mi brújula nunca me ha mentido todavía; tal vez debería creerla”.
Lo hizo y encontró el camino a casa.1
Hebreos 11:11 declara acerca de Sara: “Ella consideró que [Dios], que le había dado la promesa, era confiable y fiel a su palabra”.
“La fe no es creencia sin pruebas, sino confianza sin reservas” (Elton Trueblood).