Sin intimidación

William Gottlieb Schauffler (1798 – 1883) fue un hombre sumamente dedicado al servicio de Cristo.

Cuando percibió el llamado de Dios a las misiones, un embajador ruso le dijo: “Sr. Schauffler, necesito informarle, francamente, que mi superior, el Zar de todos los rusos, nunca permitirá que misioneros cristianos, como usted, pongan un pie en el Imperio Turco”.

Schauffler lo miró por un momento y luego respondió: “¡Su Excelencia, mi Maestro, el Señor Jesucristo, nunca le preguntará al Zar de todos los rusos dónde puede poner sus pies!”.

Luego, continuó con su trabajo misionero sin intimidarse por ninguna agencia que trabajara en su contra. Trabajó durante cuarenta y cuatro años en Constantinopla, principalmente entre los judíos y los armenios, dejando un legado perdurable. 1

“Tú eres el Hijo del Dios viviente”… “Yo edificaré Mi Iglesia. “La Iglesia reinará triunfantemente” (Mateo 16:16, 18).

“Si sabéis que Jesucristo es el Hijo de Dios, ese conocimiento os será un baluarte contra las angustias que os sobrevengan”.