Deberes de la Esposa


Sabia es esa mujer que sabe que su papel como esposa es una gran responsabilidad, y está lista para que Dios le muestre cómo ser la clase de esposa que Él quiere que sea. La mujer sabia reconoce los principios de Dios para un matrimonio feliz, perdurable, y aprende a aplicarlos.

La Palabra de Dios claramente menciona cuál es el papel del hombre y de la mujer en el hogar, y la armonía de un matrimonio cristiano depende de esto. Mientras que Dios le da la autoridad al esposo para que proteja a su esposa, y ésta debe aceptarla gozosamente, el interés y cuidado de ella también contribuyen mucho a la salud espiritual del hogar.

En esta lección reafirmaremos lo que significa para la mujer dar al esposo el lugar que le corresponde en su vida, el lugar que Dios quiere que él ocupe, y al hacerlo, llega a ser una influencia estabilizadora en el hogar.

Como Amar a su Esposo

Amándolo y Respetándolo

Hay aquellos que dicen que el deber principal de una esposa es estar sumisa a su esposo. El apóstol San Pablo, escribiendo a Tito, le recuerda que instruya a las ancianas a conducirse como mujeres piadosas para que así “enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada” (Tito 2:4–5). Así que Dios espera que las esposas estén sujetas a sus maridos, y a la
mujer que en verdad quiere obedecer este mandamiento no le es difícil hacerlo. Sin embargo, el que quiera o no obedecer, depende mucho de cuánto ama a su esposo, y también de qué tanto se conforma él al modelo que Cristo dejó para la cabeza del hogar.

Así que, más que interesarnos en determinar cuál es el deber principal de una esposa, probablemente debamos tener presente el énfasis que la Biblia da al amor y al respeto que el marido y mujer se deben tener mutuamente. Sin estos elementos básicos,
un matrimonio se encuentra sobre la arena. Pero el hombre y la mujer que entran en el matrimonio creyendo que es una institución divina, modelada con el mismo patrón que existe entre Cristo y la iglesia (Efesios 5:21–33), están edificando sobre un fundamento firme.

En la lección 6, discutimos lo que la Biblia quiere decir con el mandamiento a los esposos de amar y respetar a sus esposas. Mucho se puede decir también del mandato a las esposas. Ambos, el esposo y la esposa, pueden estorbarse o ayudarse el uno al otro para ser lo que Dios quiere que sean, el descuidar o cumplir sus propias responsabilidades como compañeros cristianos. Así como es la responsabilidad del esposo cuidar, amar y respetar a su esposa por ser el sexo débil, también es
responsabilidad de la esposa amar y respetar a su esposo como la cabeza protectora, el más fuerte de la familia. Ya sea que sus faltas sean muchas o pocas, merece el respeto de su esposa, porque es su marido. “Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido” (Efesios 5:33).

No hay lugar en el hogar para palabras abusivas entre esposo y esposa. No deberían irritarse ni molestarse mutuamente quejándose constantemente y riñendo. Desde
luego que una esposa nunca debe ridiculizar, criticar o pelear con su esposo en presencia de otros. El amor y el respeto entre ambos le proporciona gran protección a su matrimonio cuando llegan las dificultades. El estado de ánimo y los sentimientos de
cualquiera de los dos no cambia el fundamento en el cual han puesto su matrimonio.

Siéndole Fiel

La ceremonia matrimonial actual es diferente en algunos respectos de país a país. Aun dentro de una cultura o país particular, los votos que se intercambian entre el novio y la novia varían, dependiendo de la clase de ceremonia que han seleccionado. Pero puesto que el matrimonio es una institución religiosa, está sujeta a la ley de Dios y la Palabra de Dios se dirige a aquellos que desean la sanción y la aprobación de Dios sobre su matrimonio.

La norma establecida por la Biblia, en cuanto al estado matrimonial, es muy diferente a la de esos matrimonios que se llevan a cabo y se practican en muchas partes del mundo hoy día. Jesús mismo, mencionando la ley de Moisés, dijo: “Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.” Después dijo: “Así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no
lo separe el hombre” (Marcos 10:7–9). Los versículos 9 y 10 de este mismo capítulo a la vez confirman el hecho de que lo que Dios quiere para el compañerismo sagrado del matrimonio, en el cual un hombre y una mujer entran, es que continúe así mientras los dos vivan. Si uno de los dos se divorcia y se vuelve a casar con otra persona es culpable de adulterio.

Un hombre y una mujer que intercambian los votos del matrimonio “llegan a ser uno” delante de Dios, y si ellos pueden ver esta dedicación sagrada delante de los ojos de
Dios, saben que quiere decir “permanecer uno” En tiempo de enfermedad y de salud. En tiempos de dificultades financieras, y en tiempos de abundancia. En tiempos buenos y en malos. La paciencia de una esposa, su comprensión y estímulo, ayuda a su esposo en períodos de crisis que él no pudiera pasar solo.

Proverbios 31 tiene mucho que decir acerca de la esposa virtuosa. En este capítulo se nos da una descripción de una buena esposa, una que teme a su Señor (v. 30). El escritor dice que esta clase de esposa es difícil de encontrar, pero “su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas” (v. 10). Es pura y justa, recta y honesta, segura. Es fiel a su marido en pensamiento, palabra y obras. “Le da ella bien y no mal todos los días de su vida” (v. 12). No es como la mujer de Proverbios 6:24 que tienta a otros hombres. Un hombre que tiene una esposa a la cual ama y en quien confía, es afortunado y ve que ella “sobrepasa a todas” (Proverbios 31:29).

Como Hacer del Hogar un Hogar Feliz

Siendo Ejemplo en Palabra y en Hecho

Por la manera en que habla, una esposa puede ser un gozo y un ejemplo para su esposo, para sus hijos y para todos los que la conocen. Por otro lado, puede hacer que la vida sea miserable para todos los que escuchen el sonido de su voz. Molestando,
quejándose, un tono de voz cortante es irritante, y hace a todos los demás en el hogar infelices (Proverbios 21:9). Los hijos que crecen bajo esta clase de influencia en el hogar, muy a menudo tienen la tendencia de seguir este mismo patrón cuando se casan y establecen su hogar propio.

En 1 Timoteo 5:13, la Biblia amonesta en contra de chismes o alcahuetería: es decir, hablar de cosas que se deben ocultar, y entrometerse en los asuntos de otros. Pero la
actitud alegre y las palabras bondadosas y amorosas de una esposa y madre pueden tener una gran influencia sobre toda la familia. “Abre su boca con sabiduría…Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba” (Proverbios 31:26, 28).

Al continuar el estudio de esta lección, descubriremos muchas maneras en las que una esposa es un ejemplo con sus acciones o hechos, al igual que con su manera de hablar.

Siendo una Buena Ama de Casa

Tito 2:5 dice que las mujeres casadas deben ser “cuidadosas de su casa”. La primera responsabilidad de una mujer es hacia su familia, cuidándola y haciendo del hogar un hogar feliz. Esta no es una tarea fácil, pero es una tarea dada por Dios, y Dios ayudará y fortalecerá a la mujer que se proponga ser la mejor esposa y madre posible.

Una buena esposa y madre aprende a cocinar lo que es bueno para su familia y lo que les agrada, de acuerdo al dinero disponible. Para poder preparar comidas completas para los miembros de la familia, ella debe aprender todo lo que pueda acerca de la comida más adecuada. Es un gozo para una mujer que ama a su familia mantener el hogar placentero y limpio (por más pobre que sea) y alegremente hacer su parte viendo que tal hogar satisface sus necesidades. Si ella honra a Dios, no considera que sea una carga el preparar las comidas para su familia a la hora debida, y servirlas tan atractivamente como le sea posible, el mantener arreglada la ropa del esposo e hijos y
la casa en orden. Estas son acciones de amor para aquellos que son muy queridos para ella Y esta es la clase de esposa y madre que una familia desea encontrar al llegar a su casa.

Siendo Buena Administradora

La alegría de una mujer piadosa se refleja en todo lo que ella hace. Podrá ser un poco más difícil para ella el estar alegre si no cuenta con el dinero que quisiera tener para atender a la familia y el hogar propiamente. Pero Dios la puede ayudar para estar satisfecha con lo que tiene, y a disciplinarse a sí misma no gastando más de lo que el esposo gana. Si ella confía en Dios, su gozo consistirá en saber que Él nunca la abandonará ni a su familia.

Sea vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré. (Hebreos 13:5)

Él ha prometido suplir toda necesidad:

Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús. (Filipenses 4:19)

Las mujeres necesitan buscar la manera de ahorrar dinero cuando compran la comida y otros artículos para el hogar. No es necesario comprar los productos más caros que se encuentran. Por supuesto que hay tiempos cuando una mujer tiene algunas necesidades especiales que tiene que llevar ante la presencia de Dios en oración. Él espera que sus hijos le pidan lo que necesitan, pero primero que sean agradecidos por lo que ya tienen

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. (Filipenses 4:6)

Como Amar y Criar a sus Hijos

Una madre tiene una responsabilidad especial de amar, enseñar y educar a sus hijos, porque ella está por lo general más tiempo con ellos que el padre.

Por lo que el apóstol Pablo escribió en 2 Timoteo 1:5,
creemos que Timoteo aprendió las verdades de la Palabra de
Dios de su madre y de su abuela. Fue el amor de Ana hacia
Dios y hacia su hijo Samuel lo que la llevó a consagrar a su hijo
al servicio de Dios (1 Samuel 1:24–28). La madre de Moisés
lo preparó tan bien que cuando éste fue grande pudo hacer la
decisión de servir a Dios (Hebreos 11:24–25). Las palabras,
“Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido
también la alaba” (Proverbios 31:28), son un tributo para las
mujeres piadosas quienes fielmente asumen el papel de esposa
y madre.

Como Servir Fuera del Hogar

Aunque la primera preocupación de la mujer es su familia, ella también tiene otros intereses. La mujer de la cual leemos en Proverbios 31 no es una mujer perezosa. Trabajaba en la granja y tenía artículos para vender. Por supuesto que esto no se
aplica exactamente a muchas mujeres hoy día que no viven en una zona rural. Pero es cierto que una mujer puede contribuir al bienestar general del hogar.

¡Qué bendición es para una esposa poder organizar su trabajo de tal manera que también pueda hacer otras cosas fuera del hogar! Sin embargo, un esposo debe tener cuidado de no esperar demasiado. Una esposa no puede atender a todas las responsabilidades del hogar y de los hijos y las responsabilidades fuera del hogar sin la ayuda considerable de su esposo.

La clase de mujer de la cual hemos estado estudiando en esta lección es sabia, generosa y amable. Ayuda al pobre (Proverbios 31:20). Dios le da fuerzas y honor porque ella teme al Señor y le obedece. “Fuerza y honor son su vestidura; y se ríe de lo por venir” (v. 25). Esta belleza de carácter es mucho mejor que un rostro hermoso La belleza física desaparecerá, pero “la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada” (v. 30).