Venciendo la Vergüenza
¡La vergüenza es un amo poderoso! Nos hace sentir temor, nos dificulta avanzar en nuestras vidas. Cuando sentimos vergüenza la vida pierde la alegría y se vuelve una lucha desesperada.
Terminar con la vergüenza
Recientemente, un político estuvo involucrado en un escándalo de corrupción. Su reputación se arruinó y sintió una gran vergüenza. Al final se quitó la vida, pensando que su muerte liberaría a su familia de la vergüenza que él había traído.
El suicido no es la respuesta a este problema. En cambio, lo que hace es generar más dolor. Dios entiende que como personas muchas de nuestras acciones nos avergüenzan. Este sentimiento puede ser causado por acciones malas a las que la Biblia llama “pecado”. El pecado destruye todo lo que toca, y nos deja una sensación de vacío interior y soledad.
Cuando pecamos sentimos una enorme vergüenza y dolor en nosotros, en nuestra familia y en Dios. El pecado causa vergüenza y la paga por ese pecado es la muerte.
Dios entiende este problema. Por eso envió a du Hijo único para resolver este problema por nosotros. Jesucristo pagó el castigo por nuestros pecados y nos liberó de la vergüenza de una vez y para siempre. Cuando Él murió en la cruz, canceló la deuda de nuestro pecado e hizo que el perdón sea posible para cada uno.
¡Después Dios hizo un milagro más grande y levantó a Cristo de la muerte, resucitándolo!
La solución a la vergüenza
Jesús quiere transitar el sendero de la vida con nosotros. Él nos ayudará salir de los problemas en los que nos metemos y a mantener una buena relación con Dios nuestro Padre. Una vez que eliges vivir para Jesús puedes cumplir con tus obligaciones familiares como hijo o hija y servir a tu nuevo amo, Jesús.
Él caminará contigo y te guiará en la senda de la vida, para que puedas tener éxito y disfrutar la promesa de la vida eterna.