Venciendo el Quebranto

Con frecuencia, la vida nos trae aparejadas circunstancias o situaciones que nos hacen sentir vacíos y quebrados. Pero podemos salir adelante de ese estado de quebranto y recuperar el gozo de vivir. No será sencillo, pero el sentimiento de devastación de hoy no tiene por qué definir mi vida para siempre.

Cuando era joven, mi esposa y yo atravesamos por duras batallas tratando de tener a nuestro segundo hijo. Mi esposa había perdido dos embarazos y los doctores no nos daban ninguna esperanza de que pudiéramos tener otro bebé. Nos encontrábamos confundidos y tristes. Ambos sentíamos como si la vida se hubiera quebrado y solo teníamos las piezas rotas.

Hay pocas respuestas fáciles

Muchas personas trataban de hacer todo lo posible para ayudarnos. Algunos nos daban “respuestas fáciles” que nos hacían sentir peor que antes. La respuesta que necesitábamos no vendría de ninguna persona con buenas intenciones, sino de Dios mismo.

En esos momentos de quebranto, Dios se volvió real para nosotros. Nos habló palabras de paz cuando orábamos, y nos recordó que su único Hijo, Jesús, vino a darnos vida, ¡y vida en abundancia! Nuestra situación todavía era difícil, pero cuando clamamos a Jesús, Él nos dio un sentido de paz. Descubrimos una nueva esperanza. No fue fácil. A veces recaíamos en el antiguo pensamiento de desesperanza, pero después de un tiempo, la esperanza se sobreponía a la tristeza.

En nuestro caso, Dios respondió con ambas cosas: esperanza y un bebé saludable. De hecho, dentro de los cinco años siguientes, ¡tuvimos cuatro niños! Muchas veces mi esposa y yo discutíamos en esos momentos de desesperación, sin embargo, ahora coincidimos en que sin Jesús habríamos visto desaparecer todo lo que amábamos. Jesús hizo la diferencia en nuestras vidas trayéndonos gozo y esperanza en medio del quebranto y dolor.

Dios nos da esperanza

Tal vez, hoy te sientas desesperanzado porque perdiste tu empleo. Quizás tu matrimonio terminó en un divorcio. Puede que hayas anhelado un hijo y todavía te encuentres esperando una respuesta. Dios puede darte esperanza tal como lo hizo con mi esposa y conmigo. Comienza a suceder cuando clamas a Dios por ayuda, no solo por tu quebranto, sino también por una nueva vida que solo Jesús puede darte.

Él sabe que vivimos en un mundo quebrantado. Entiende que hacemos cosas que traen aun más quebranto a nuestras vidas. Dios es perfecto, y las cosas incorrectas que hacemos generan un problema en nuestra relación con Él. Jesús resolvió ese problema dando su vida por nosotros en la cruz. Cuando resucitó, proveyó para nuestro perdón y nos dio la esperanza de una vida mejor. Cuando le pedimos que nos perdone, Él nos da nueva vida y esperanza para el diario vivir.

Lo Que Sigue

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